La Asociación de Alcohólicos Anónimos de Oviedo celebra este sábado, en el Palacio de Exposiciones y Congresos de Oviedo, una reunión abierta. La cita, que coincide con el 56 aniversario de la llegada a la capital asturiana de la Asociación, orientará, a familiares, enfermos y ciudadanos en general, sobre las diferentes formas de ayudas a estos enfermos. El objetivo que se han marcado, tanto asociados como expertos en esta materia, pasa por que todos los que tengan este tipo de problema cerca reciban la orientación necesaria para combatirlo. En el marco de la celebración de la jornada, este viernes hemos hablado en COPE con una Julia, una mujer alcohólica que nos cuenta su experiencia.

La historia de Julia con la bebida

Julia se inició en el mundo del alcohol a los 33 años de edad. Su vida era como la de cualquier mujer de su edad. Tenía un grupo de amigos con los que solía salir los fines de semana a tomar alguna copa. Era una chica normal que intentaba socializar con los demás.

Poco a poco se dio cuenta que los efectos del alcohol la hacían más alegre, más abierta y, además, le quitaban la ansiedad. Yo gestionaba mejor, mucho mejor” cuenta en COPE Julia.

La mujer, como tantos alcohólicos, se sentía mejor cuando bebía, se sentía más a gusto y pensaba que resultaba más agradable. Tardó años en darse cuenta del problema: “No le daba importancia, para mí, el consumo de alcohol era algo normal que dejaría cuando yo quisiera”

El Camino hacia la Recuperación

Fue la vista una psicóloga, una cita por problemas laborales, la que ayudo a Julia a encarar la situación. La profesional no tardo descubrir la situación y se la planteo a su paciente. “Desperté, vi que el alcohol estaba presente a cada paso de mi vida, sobre todo en temas familiares y eventos”.

A Julia, el alcohol le ha pasado factura. Se ha alejado de su familia y a perdido a muchos amigos.

Después de mucho tiempo, charlas con su psicóloga y consejos de sus allegados, llegó el momento de acercarse a Alcohólicos Anónimos. Julia recuerda las primeras reuniones como algo terrorífico: “Cuando la gente decía soy fulanito y soy alcohólico a mí me parecía una cosa espantosa”. Con el paso del tiempo, después de infinidad de reuniones, Julia se dio cuenta que compartía muchas de las vivencias con sus compañeros de reunión: “Tuve que ser honesta y decir, pues efectivamente, si soy alcohólica”

Han pasado algunos años, Julia lleva 9 en Alcohólicos Anónimos, y es una mujer diferente: “Ahora soy yo, ahora me doy cuenta de que se puede ser feliz sin beber alcohol”

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