Vivir solo o en pareja no es lo mismo. La diferencia va mucho más allá de las manías o particularidades de cada uno, los gastos que conlleva, el estilo de vida o la toma de decisiones. También influye en el tipo de vivienda por la que optan las personas que tienen toda la casa para ellas y las que deciden compartirla. Tener más o menos espacio influye a la hora de tomar la decisión que, por supuesto, vendrá condicionada por los recursos económicos.

¿Vivienda en propiedad o en alquiler?

La vida en pareja puede ser el camino hacia la posesión de una vivienda. El 81,3% de las parejas convivientes asturianas habitan una vivienda en propiedad, cifra que en el caso de los solteros baja al 64%. Estas cifras son fruto de un análisis independiente realizado por SugarDaters con microdatos de la última Encuesta de Condiciones de Vida del INE.

El régimen de alquiler es más habitual entre las personas que viven solas en el Principado con un24,6% de 'singles' en una vivienda de alquiler. En las parejas, sin embargo, el porcentaje de residencias en renta es del 11,3%.

Existe, además, un porcentaje de personas afortunadas que no pagan nada en su vivienda por tener un régimen de 'cesión gratuita'. En esa situación están el 11,4% de los hogares unipersonales y el 7,4 de las parejas convivientes.

Metros cuadrados

Compartir la casa con otra persona suele conducir a disponer de más espacio. Las parejas convivientes asturianas disfrutan de media de 15,5 metros cuadrados más que los 'singles' y hogares unipersonales. Las parejas viven de media en pisos de 93,8 metros cuadrados, mientras que las personas solteras lo hacen en pisos de 78,3 metros cuadrados.

Sin contar los baños, las parejas habitan en viviendas que tienen, de media, 4,8 estancias frente a las 4,2 que tienen los hogares de las personas solteras.

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¿Piso o vivienda unifamiliar?

El estudio de SugarDaters también confirma que, salvo excepciones, tanto las personas solteras como las emparejadas prefieren vivir en pisos. Es la opción más demandada, aunque las casas independientes o adosadas suelen ser lógicamente más habitadas por parejas debido a su mayor tamaño.