Las luces de Navidad se apagan en Asturias después de unas fiestas plagadas de gente disfrutando de sus formas y colores. Los operarios de la empresa Germán Vizcaíno, encargada de las luces navideñas en Oviedo, Gijón y Avilés, ya está trabajando para retirar las instalaciones. Desde primera hora de la mañana, las zonas más céntricas de las principales ciudades asturianas son testigo de las tareas de desmontaje de árboles, estrellas de Belén y, por supuesto, campanas.

“Llevamos varias semanas preparando el desmontaje, comenzamos por las instalaciones más prioritarias, las que más irrumpen el tránsito”, comenta Germán Vizcaíno, responsable de la empresa sierense, en COPE.

Decenas de trabajadores se organizan en diferentes turnos y equipos de trabajo para ir realizando sus labores en los puntos claves de las ciudades. “Los elementos de suelo en 3D se hacen durante el día y todo lo que son decoraciones de árboles transversales, elementos de farolas y fachadas se hacen durante la noche”, cuenta Vizcaíno.

Los adornos tardarán en desaparecer. Por una parte, los elementos más grandes y llamativos quedarán retirados a principios del mes de febrero. La instalación de luces eléctricas permanecerá más tiempo en las ciudades. “Es un trabajo más costoso y son muchas luces, no terminaremos hasta finales del próximo mes”, asegura el empresario.