Como dice el refrán, "año de nieves, año de bienes". Pero, ¿y si ya no llegan como antaño? Si todos nos adaptamos a los nuevos tiempos, ¿por qué no también a la nieve?

La situación manda. Y los primeros copos deberían marcar la apertura de las estaciones de aquí. Es lo que piden muchos empresarios con negocios cercanos a las estaciones invernales asturianas. Valgrande-Pajares y Fuentes de Invierno tienen sequía de visitantes. La falta de nieve impide la práctica del deporte blanco.

La estación de Valgrande permanece cerrada. Fuentes de Invierno solo tiene abiertas dos pistas en la zona verde, la de debutantes. Con esta estampa, los alojamientos del concejo de Aller y Pola de Lena vinculados a la nieve dan por perdida la temporada, una de las peores de los últimos años.

“La ocupación esta semana es buena, estamos al cien por cien, pero no compensa las pérdidas del todo el invierno”, asegura Rubén, propietario de varios apartamentos en Pajares.

En las zonas cercanas a Fuentes de Invierno la situación es muy similar. “No podemos quejarnos, la ocupación está al 90 por ciento durante toda la semana, pero la temporada ha sido muy mala”, señala Mari Flor, propietaria de alojamientos en Felechosa, concejo de Aller.

Una temporada de esquí adaptada a la llegada de la nieve

Para los empresarios cercanos a las estaciones invernales, aumentar la temporada de nieve no es la solución. “Si hubiera nieve sería bueno, pero no la hay”, comenta José Vaquero, propietario de una tienda dedicada a la nieve en Felechosa, concejo de Aller.

Para este empresario lo fundamental sería cambiar el calendario de la temporada. “Estamos empeñados en llevar las temporadas como en Austria y esto es España. Tendremos que comenzarlas un poco más tarde. Abrir cuando llegue la nieve y cerrar cuando se vaya", apunta.

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El tiempo estable y soleado está siendo la tónica general este año, con un invierno que apenas nos ha dejado nevadas importantes, salvo la de principios de año que permitió inaugurar la temporada. Así las cosas, la situación meteorológica da al traste con los planes de muchos asturianos. Los aficionados tienen ganas de esquiar, pero la semana avanza y el tiempo no es favorable.