Un ictus es "una interrupción brusca del flujo sanguíneo y hay dos tipos: el hemorrágico, que coloquialmente lo conocemos como un derrame cerebral, y el isquémico, que es una interupción del flujo, como si pisásemos una manguera y no llegara la sangre; en ese momento, las neuronas no reciben sangre, se mueren y se producen los síntomas y secuelas".

La explicación la ha dado, en COPE, la neuróloga Jessica Fernández, que ha incidido en la necesidad de una rápida respuesta ante la más mínima sospecha de que una persona pueda estar sufriendo un ictus. Pero, ¿cómo saberlo? Hay unos síntomas que son frecuentes:

- Alteración del lenguaje ("que no podamos hablar bien o arrastremos las palabras", explica).

- Que se tuerza la boca.

- Pérdida de fuerza en una de las extremidades o en una mitad del cuerpo.

Hay otros síntomas menos frecuentes y que pueden ser "un dolor de cabeza muy fuerte, como nunca lo hemos tenido, que llega de repente; ver doble o la pérdida de visión en un ojo, como si nos cayera un telón negro; o confusión, no saber dónde estamos", según Fernández.

La importancia de actuar rápido

Ante cualquiera de estas circunstancias, hay que llamar al 112: "No debemos esperar a que los síntomas se pasen porque el tiempo es un factor primordial en casos de ictus", asegura la neuróloga, que añade que "hay medidas eficaces que se aplican en los primeros minutos tras detectarse, y si el paciente llega muy demorado, es posible que no se pueda beneficiar, con un peor pronóstico de cara a la recuperación".

El caso de Juanele

Precisamente, la rápida respuesta de los amigos del exfutbolista del Sporting 'Juanele' ha sido clave para que el que fuera delantero de la Selección Española esté evolucionando tras sufrir, el pasado sábado, un ictus. 'El Pichón de Roces' comenzó a sentirse indispuesto mientras cenaba en una sidrería de Gijón y fue trasladado en ambulancia al HUCA, donde se recupera.

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¿Mito o realidad?

En el ictus, como en muchas otras patologías, tiene un peso importante la prevención. Para ello, es fundamental llevar una vida saludable y controlar bien los factores de riesgo vascular: "Cuidar la tensión, el colesterol o el consumo de azúcar", recomienda la neuróloga. Añade que "debemos seguir la dieta mediterránea y alejarnos de hábitos no saludables como el alcohol, el tabaco y otras drogas".

Y la edad, ¿es un factor de riesgo? "Es un poco mito", dice Jessica Fernández. "Es verdad que es una enfermedad más prevalente en gente de edad más avanzada, por encima de 70 años, pero cada vez lo vemos con más frecuencia en gente joven", asegura.

Puntualiza, eso sí, que "la diferencia está en que, si no tratamos rápido el ictus, la gente joven tiene una recuperación más avanzada debido a la plasticidad neuronal, la capacidad para recuperar las conexiones, pero no podemos dejar esto al azar y hay que actuar rápido".