A veces las matemáticas son indistinguibles de la magia, al menos para los que no las dominamos. "Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia", decía Arthur C. Clarke, y el profesor de la Universidad del País Vasco, Pedro Alegría Ezquerra, se lo ha tomado muy en serio.

Por eso ha decido enseñar matemáticas utilizando la magia y las cartas. Plantear propiedades matemáticas comoun enigma a resolver, para que los estudiantes traten de encontrar el secreto por sí mismos. Además, "se sale de la rutina en la que las matemáticas no permiten el uso de la imaginación y el espíritu crítico, pues la búsqueda de la solución requiere un proceso de discusión y de planteamiento de ideas originales".

"Yo lo que hago, simplemente, es una serie de juegos de cartas donde utilizo la baraja como excusa para para enseñar matemáticas", explicaba en COPE antes de pronunciar en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Oviedo una conferencia sobre los "Secretos matemáticos ocultos en una baraja de cartas".

Secretos como cuántas veces se necesita mezclar una baraja para que las cartas estén completamente desordenadas. Una pregunta, nos cuenta, que "se han hecho de forma muy seria los grandes casinos, donde lo importante es ahorrarse tiempo. Cuantas menos veces tengas que mezclar, más jugadas y más caja. Pero si haces muy pocas, a lo mejor no se han desordenado del todo y los jugadores que están muy atentos son capaces de determinar la posición de las cartas".

"Es un problema matemático muy complicado", nos asegura, antes de desvelarnos que hay dos teorías, una que dice que es necesario barajar siete veces y otra que cinco. De hecho, recalca, "si no mezclas cinco veces, un mago es capaz de tener todavía mucha información sobre las cartas de una baraja".

Y es que la matemática de las cartas no sólo interesa a los casinos, sino a los magos. "Hay magos que utilizan esa propiedad, si no está demasiado mezclada, son capaces de descubrir las posiciones de las cartas", asegura.

De hecho, detrás de muchos trucos de magia lo que hay es pura matemática. Como cuando una ilusionista entrega cartas al público y, sin tocarlas, consigue ordenarlas mágicamente. "Les dan unas cartas, unas tarjetas, una cartulina. Se empiezan a hacer, aparentemente, movimientos aleatorios y resulta que, las cartas, las tarjetas o las cartulinas aparecen ordenadas en el orden que el mago quería".

No es magia, nos explica, son "propiedades matemáticas muy sencillas. Pero, claro, la habilidad del mago es ocultarlo".