En la localidad de Puerto, a solo doce kilómetros de Oviedo, aún están impresionados tras haber visto un oso pardo cerca de sus viviendas. Ha sido un vecino el que a plena luz del día se ha topado de frente con un ejemplar que merodeaba por las casas del pueblo. El animal ha pasado a solo 50 metros de las construcciones y a 300 de la parada del autobús urbano que cogen para viajar hasta la capital asturiana. El plantígrado no llegó a inmutarse y continuó su camino hacia el monte, pero la alarma ha saltado entre los habitantes de la zona ante la inusual visita.

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"Puede pasar en cualquier momento"

¿Es normal que un oso se meta entre las casas casi a las puertas de Oviedo? Por extraño que parezca, "es un comportamiento natural". Es lo que ha explicado en COPE el director de la Fundación Oso Asturias, el biólogo José Tuñón, que aclara que durante la primavera los ejemplares jóvenes se separan de los grupos familiares y empiezan a explorar nuevos territorios. El municipio de Oviedo está muy próximo a los concejos de Santo Adriano y Proaza en cuyos bosques habita una población estable de la especie.

Tuñón asegura que el animal que se vio en Puerto parece un ejemplar joven que podría haberse separado de su familia. "Es normal que sus recorridos se acerquen puntualmente a pueblos con abundante vegetación y comida; puede pasar en cualquier momento", aclara este experto ante la alerta vecinal que ha saltado en la zona.

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Los osos pueden aparecer en "territorios insospechados" hasta alcanzar una edad y establecer su territorio. De ahí, que se estén acercando hasta los pueblos.

¿Qué hacer ante la presencia de un oso pardo?

La principal recomendación es mantener la calma. Lo menos indicado es gritar y hacer aspavientos porque el animal se sentirá amenazado. El director de la Fundación Oso Asturias aconseja dar un grito o una palmada para que el oso perciba la presencia humana y abandone la zona.

El siguiente paso será avisar al 112 Asturias para que se pueda coordinar con los agentes del Medio Natural del Principado que monitorizarán al animal y podrán aplicar, si fuera necesario, medidas disuasorias.

Paca y Molina, las más visitadas

La Fundación Oso de Asturias se encarga del cuidado de 'Paca' y 'Molina', las dos osas pardas que habitan desde hace años en el cercado de Proaza que recibe innumerables visitas de turistas y curiosos. La primera ha cumplido 35 años y es la hermana de 'Tola' que falleció en 2018 y que representan el símbolo de la recuperación de su especie, en peligro de extinción. Perdieron a su madre con tan solo cinco meses de vida. La mataron unos cazadores furtivos y ellas fueron encontradas en 1989 en Cangas del Narcea. Las dos oseznas fueron entregadas al Fondo Asturiano para la Protección de Animales Salvajes (FAPAS). Tras permanecer acogidas durante un tiempo en Cataluña y pasar por el Parque Cinegético Nacional de El Hosquillo, en Cuenca, regresaron a Asturias para habitar en los Valles del Trubia.

Ahora 'Paca' convive con 'Molina' que fue encontrada malherida en los montes del suroccidente asturiano en septiembre de 2013. Desde entonces vive en semilibertad en los límites de Santo Adriano y Proaza. Llegó a coincidir con las dos hermanas en el cercado. Ahora su única compañera es la osa 'Paca' mientras que es esqueleto de 'Tola' quedó expuesto en la Casa del Oso que está próxima al cercado.