Parece que ya ha acabado el infierno de seis vecinos que compartían un patio comunitario con al menos 40 okupas de un edificio que fue desalojado en la tarde de ayer, a consecuencia de un incendio, en Santa Lucía de Tirajana.

En la tarde de ayer efectivos de la Guardia Civil, Policía Local y bomberos del Consorcio de Arinaga, desalojaron y tapiaron el edificio, tras altercados con los agentes de Seguridad, que llevaba años causando molestias de convivencia entre los okupas y una comunidad vecinal.

En Herrera en COPE Gran Canaria hemos hablado con Néstor Cubas, presidente de la Comunidad de Propietarios Miró, comunidad vecinal que compartían parte del patio con el edificio lleno de okupas.

Cuenta que a diario soportaban peleas, prostitución drogas… , y que ya no podían más con esa situación. “Esto se estaba convirtiendo en una situación insostenible, sobre todo por la suciedad, porque si fueran okupas que conviven y viven de buenas maneras, pues todavía, pero tenemos un patio comunitario que comparten con ellos seis vecinos. Estaban pegados hacia ellos ventana con ventana y desde hace 6 años todas las mañanas tiraban un cubo de heces por el patio”.

“Imagínese vivir así. El mal olor, los bichos y las plagas. Todo esto ocurrió ayer, porque estamos muy cansados e íbamos a proceder a la división del patio interior para evitar los malos olores, ese contacto visual de los vecinos con ellos”, añade.

"El incendio lo provocaron ellos mismos"

El presidente de la comunidad de propietarios Miró, dice que ellos mismos fueron los que provocaron el incendio, porque la comunidad de vecinos colindante iba a instalar un “muro de aluminio con una plancha de policarbonato con el objetivo de separarnos de la suciedad, el mal olor y disminuir la visibilidad”.

Según relata Néstor Cubas: “En la mañana de ayer los okupas vieron a gente subiendo el material para poner un muro dentro del patio de aluminio. Íbamos a poner unas planchas de policarbonato de doble cara, que eran opacas, pero con claridad, para evitar los olores y disminuir la visibilidad”.

“Nosotros creemos que eso fue el detonante, porque nos vieron subir todo ese material y a los quince minutos de habernos visto, empezamos a ver humo negro salir de la ventana del tercer piso. Nosotros creemos que el incendio fue voluntario. Después de ese incendio, le damos las gracias a un cabo de bomberos del consorcio de Arinaga, porque cuando inspecciona todo el edificio y les cuenta al jefe de policía que las condiciones de ese edificio es infrahumano. El garaje tiene un metro y medio de basura, y si hay un incendio y explota perjudicaría a nuestro edificio y al otro”, expone.

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Llevan años denunciando esta situación

Cuenta que han tenido muchísimos altercados con los vecinos, así como discusiones e incluso les han roto los retrovisores de sus coches y les han pinchado las ruedas. Néstor Cubas además recuerda que hace cuatro años le pegaron una paliza a uno de sus vecinos y pudieron comprobarlo gracias a las cámaras que instalaron en el edificio.

“Hace cuatro años hubo otro incendio en el garaje y gracias a eso, se los tapiaron y dejamos de compartirlo. Llevamos mucho tiempo así con esta situación que se nos hacía imposible. La última vez que estuve por el ayuntamiento estuve en diciembre de 2023, llevándoles fotos y comentándoles lo mal que lo estábamos pasando. Ellos tenían más información que nosotros, pero nos comentaron que no podían hacer nada al respecto”,

Néstor Cubas asegura que había vecinos que colindaban con ellos e incluso les ponían la basura en su parte del patio.”Estaban totalmente con ellos, desde cuenta que había un metro y medio de basura, heces, orina, de todo”.

“Ha habido vecinos que se han tenido que marchar de sus casas por este mismo motivo, porque tú te asomabas a tu ventana y te encontrabas a menos de tres meses a los okupas bebiendo e incluso en las fiestas de El Ramadán, mataban el cordero y lo dejaban desangrándose por el patio. Eso mismo lo hemos vivido nosotros”, destaca.

Concluye que todavía son algo precavidos y no “quieren cantar victoria”, ya que todavía está la policía custodiando el edificio para que no vuelvan a entrar, puesto que lo intentaron en otro lugar a tan solo 300 metros de sus casas.