Continúan los trabajos de extinción del fuego en La Palma, con buena perspectiva tras las horas de terror sufridas por unos vecinos que están pasando por situaciones muy complicadas en los últimos años. Estos trabajos se están concentrando principalmente en el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, una zona montañosa de difícil acceso, aunque hay confianza en que en las próximas horas vaya a haber una importante mejora en la evolución del fuego.

La calidad del aire de la zona también ha empeorado a causa del incendio y, a causa de esto, La Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias ha recomendado reducir en la medida de lo posible la actividad al aire libre, e incluso se ha recomendado el uso de mascarillas en varias zonas de la isla por la presencia de partículas de suspensión derivadas del incendio.

La mayoría de vecinos han podido regresar

En Puntagorda, municipio donde se originó el fuego, la mayoría de vecinos que fueron evacuados han podido regresar y se encuentran en estos momentos haciendo recuento de daños con los bomberos y técnicos del ayuntamiento. El alcalde del pueblo, Vicente Rodríguez, que ha estado este martes con los vecinos afectados, ha hablado de “entre 16 y 20 inmuebles quemados, algo que no había pasado en nuestra isla”.

“La afección es increíble, el paisaje ha quedado destruido. Eso es algo que no se puede cuantificar económicamente y la cantidad de daños en frutales, en viñedos o en infraestructuras de regadío, por ejemplo, conlleva un trabajo de peritación muy amplio”, ha afirmado el alcalde. Varios de estos vecinos del municipio se han encontrado sus domicilios y lugares de trabajo completamente calcinados. En el caso de algunos de los residentes tendrán que derruir esos domicilios y volver a levantarlos después.

Aún hay otros dos frentes abiertos en la zona norte y sur, pero están ya perimetradas, por lo que se ha comenzado a trabajar en la parte que afecta al Parque Nacional. En el sector norte, de hecho, ya no hay llama, mientras que en el sur hay una progresión en el barranco de Jieque. Teniendo en cuenta esto, el plan para lo que queda de día es controlar definitivamente estos perímetros y centrar los esfuerzos en la zona de la Caldera de Taburiente.

"O defendíamos la casa o la bodega"

Los canarios comienzan a ver la luz, pero no todos afrontan la vuelta a casa con la misma suerte. Un vecino de la zona, ha compartido en 'Mediodía COPE' su emotivo testimonio: "Teníamos la opción o defendíamos la casa aquí donde vivimos a dos kilómetros o la bodega, y decidí salvar la casa", expresó Constancio Ballesteros, viticultor de la zona, en los micrófonos de Mediodía COPE.