El número de chicos jóvenes que padecen trastornos de la conducta alimentaria va en aumento en Canarias. Así se señala desde la Asociación Gull Lasègue, una entidad que está especializada en el tratamiento de la anorexia y la bulimia, que actualmente está ayudando a unas 200 personas. De ellas, 15 son varones jóvenes.

Lindsay Ramos Guerra, trabajadora social, explica que "sí que es cierto que la sociedad ha puesto más presión sobre el sexo femenino, pero ahora, cada vez más, ellos también reciben muchas presiones. No podemos decir que solo la sociedad influye en esto, pero unido a otros problemas sociales o familiares, puede causar que ellos también sufran estos problemas".

En el caso de los hombres, este problema está más asociado a trastornos de dismorfia corporal, como la vigorexia que, aunque también se ve incluida la alimentación, no está catalogada como un TCA. Esta especialista hace mención a la presión que sufren en los gimnasios, pero también influyen las redes sociales y la sociedad en general, la moda o la publicidad.

No es un problema exclusivo de mujeres

Esta especialista también quiere dejar claro que a la hora de tratar los trastornos de conducta alimentaria, es importante dejar claro el mensaje de que esto no es un problema exclusivo de mujeres, porque eso puede hacer que un hombre que sufra este problema, no se identifique como tal.

Los trastornos de conducta alimentaria es una patología que se ha incrementado desde la pandemia. De 2020 a 2022 hubo un aumento de casos del 110 % y en 2023, no ha aumentado, pero se mantiene estable. Los especialistas encuentran ahora casos más graves y más precoces, algunos de ellos, con tan solo 8 años de edad.

“Cuando nos dicen edades muy bajitas, al principio pensamos que “seguro que no”, pero luego a la hora de hacer una valoración sí se ve que hay casos que mejor atender ya antes de que se compliquen”, contaba esta especialista en los micrófonos de Herrera en Canarias.