Las hogueras autorizadas para la noche de San Juan en Santa Cruz de Tenerife podrán tener un máximo de cinco metros de diámetro y la pira podrá alcanzar hasta tres metros de altura, con lo cual las llamas no deberían sobrepasar los doce metros, según ha informado el Ayuntamiento, que ha pedido "responsabilidad" y "precaución" en las celebraciones.

Las hogueras de San Juan, que se prenderán en la noche del viernes, deberán estar al menos a veinte metros de edificios, carreteras, tendidos eléctricos o de telefonía y vehículos estacionados, de acuerdo con las normas del dispositivo preventivo de seguridad, que ya se ha puesto en marcha.

Por ahora, Protección Civil está procediendo a la revisión y geolocalización de los puntos donde se acumulan materiales, o donde ya se están montando las hogueras, y con esa información se elaborará un mapa de hogueras en el Centro de Coordinación Operativa Municipal (CECOPAL).

También se realiza una valoración del riesgo de algunas hogueras que por sus dimensiones, ubicación o materiales empleados pueden convertirse en un problema.

Las hogueras no podrán realizarse sobre vías o espacios de dominio público, ni en parques, jardines, barrancos ni playas.

El Cabildo de Tenerife ha prohibido las quemas en general ese día y ha trazado límites para evitar el uso de fuegos recreativos en muchos de los barrancos capitalinos, en especial los de la zona de Anaga, por los riesgos de incendio.

Las hogueras deben ubicarse al menos a 20 metros de edificios, carreteras, tendidos eléctricos o de telefonía y vehículos estacionados, y es recomendable una distancia de 50 metros entre hogueras.

En caso de proximidad a instalaciones con riesgo de incendio, como gasolineras, almacenes industriales, acopios de papel, cartón o madera, la distancia deberá duplicarse.

Por razones de seguridad y medioambientales, no deben utilizarse en las hogueras materiales inflamables, explosivos, neumáticos, electrodomésticos u otros similares.

El Ayuntamiento recomienda que alrededor de la hoguera se hagan labores de limpieza previas para evitar la propagación descontrolada del fuego ante un posible cambio de viento u otras circunstancias.

Se recomienda que junto a la zona de hogueras haya disponibilidad de abastecimiento o acopio de agua y los responsables de las hogueras no deben abandonar la zona hasta garantizar que han sido extinguidas completamente.