El cero energético sufrido durante varios días de verano en La Gomera ha vuelto a poner las alarmas sobre la situación que vive el archipiélago. Los expertos y las autoridades no se cansan de recordar que las islas, especialmente Tenerife y Gran Canaria, están abocadas a sufrir la misma situación, pero de mayores dimensiones, si no se cambia la ley.

Canarias tiene equipos electrógenos con varias décadas de obsolescencia, pero una ley estatal de 2013 impide a Endesa incorporar nueva potencia y actualizar esos grupos, haciendo necesario una convocatoria pública de libre concurrencia.

El Gobierno de España se escuda en el amparo de la normativa Europea, pero las instituciones canarias creen que bastaría con un real decreto ley que autorice la excepcionalidad para el archipiélago por su condición de región ultraperiférica. Así lo ha dejado de manifiesto en Herrera en COPE Canarias el presidente de turno de la Federación Canaria de Islas, Casimiro Curbelo. El también presidente de La Gomera, que sufrió en primera persona el cero energético del pasado verano, pide un cambio urgente.

Siete ceros energéticos desde 2009

El archipiélago ha sufrido un total de siete ceros energéticos oficiales. En el de La Gomera, Endesa tardó varios días en restablecer el suministro eléctrico a la normalidad, una situación que provocó numerosas pérdidas económicas.

Pero el de la isla colombina no ha sido el único en lo que llevamos de 2023, ya que El Hierro sufrió otro en mayo. Afortunadamente, solo duró unas pocas horas y a los 60 minutos ya se había recuperado la electricidad en la mitad de la isla.

Sin duda, la isla históricamente más afectada por los ceros energéticos ha sido Tenerife. Los vecinos todavía recuerdan los de septiembre de 2019 y julio de 2020, es decir, dos apagones en menos de un año. En ambos casos, la situación de desabastecimiento se prolongó entre siete y nueve horas, afectando a la totalidad del casi millón de habitantes.

Hay que remontarse a 2013 para encontrar un apagón en La Palma. Ocurrió en septiembre por un fallo en el interruptor de la central de la isla.

Y, de nuevo, volvemos a Tenerife para recordar los apagones de 2010, solo en horario nocturno, y en marzo del mismo año. En este último caso, se vieron afectados más de 460.000 clientes.

En 2009, la caída de un rayo en una subestación provocó otro cero energético. Se tardaron dos horas en restablecer el 50 % del suministro.

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Y aunque no fue oficialmente un apagón, la tormenta Delta de 2005 dejó a más de 300.000 tinerfeños sin luz, en algunos casos, hasta una semana. Las pérdidas económicas fueron millonarias.