Oviedo y Racing firmaron tablas (1-1) en un partido vibrante en el que ambos equipos acabaron con diez jugadores sobre el campo en la segunda parte, por sendas tarjetas rojas directas a Luengo y Sangalli, las dos muy rigurosas.

Con Dubasin como extremo en el Oviedo y Sangalli como lateral en el Racing, los azules se anotaron las primeras llegadas del duelo con un disparo primero de Sebas Moyano y un cabezazo de Luismi después que detuvo Ezkieta. No tardó en responder el Racing, y antes del minuto 10 Leo Román realizó la primera de las tres paradas de gol que le hizo a Arana en el primer tiempo. Rozando el minuto 20, se volvieron a encontrar en un mano a mano y el portero del Oviedo volvió a evitar el gol del delantero racinguista.

PEQUE DERRIBA EL MURO:

Después de que el Oviedo se acercase al gol con un remate de Bastón en el primer palo, el Racing tuvo otras dos ocasiones y metió una. En la primera Leo Román volvió a negarle el tanto a Arana, pero en la segunda Peque sí fue capaz de aprovechar un error en la salida del Oviedo, recoger un gran pase interior de Arana, regatear a Leo y marcar el 0-1 en el tiempo añadido antes de descanso.

La segunda parte empezó con el Oviedo queriendo llevar la iniciativa y con un Racing respondón, que a través del balón también quería defender su ventaja. Peque avisó tras un centro desde la derecha, y Carrión hizo los primeros cambios desde el banquillo dando entrada a Paulino y Alemao. Pero todo cambió a los pocos segundos, cuando el árbitro Fuentes Molina expulsó por roja directa a Oier Luengo tras una entrada sobre Arana. El balón estaba en disputa, no levanta la pierna a mucha altura, por lo que la roja es cuestionable; quizá la fuerza de la entrada era excesiva e hizo decantar la balanza hacia la expulsión.

NO LO SUPO APROVECHAR:

Cuando el partido se le ponía de cara al Racing, con 0-1 a favor y uno más sobre el campo, los de José Alberto no supieron jugar bien sus cartas. Siguieron parapetados cerca del área, sin dar un paso adelante que ahogara la creación del juego carbayón, que se había quedado solo con el incombustible Cazorla en el pivote como referencia. En cierto modo (es solo mi sensación) parecía que el que se había quedado en inferioridad numérica era el Racing y no el Oviedo.

Nueve minutos después de la roja de Luengo, Fuentes Molina (quién sabe si por la conocida ley de la compensación) expulsó a Marco Sangalli por una entrada sobre Sebas Moyano, dejando a ambos equipos con diez jugadores. Imperdonable para un jugador de su veteranía y experiencia; tenía que haber leído mejor la jugada, sabedor de que una posible roja a un racinguista no cotizaba mucho en las apuestas visto el listón fijado en la anterior a Luengo.

La imprudencia de Marco obligó a José Alberto a quitar a Arana y hacer debutar en esta liga a Juan Gutiérrez en una demarcación, la de lateral derecho, que no es la suya. Tampoco lo era para otras opciones del banquillo como Pol Moreno y Rubén Alves, pero llama la atención que el técnico optara por el canterano en un partido de estas características.

GOLAZO Y CORRECALLES:

En la siguiente jugada, Alemao recibió un pase de Colombatto, recortó a Germán con un gran control y batió a Ezkieta para establecer el 1-1.

Con Seoane, Masca y Jimmy en el Oviedo, y Andrés Martín, Jeremy y Ekain en el Racing como últimos cambios, ambos equipos estaban agotados en el tramo final y dejaron un sinfín de huecos a la contra que bien podría haber desequilibrado el choque a favor de uno u otro equipo. Sin fuerzas, ni Oviedo ni Racing estuvieron lúcidos para aprovechar sus ocasiones y finalmente se firmaron las tablas.

Seguro que en caliente los racinguistas lamentan el no sumar 3 puntos y superar en la tabla a un rival directo. Pero viendo el vaso medio lleno, el Oviedo no ha sido capaz de ganar casa; si el Racing es capaz de hacer bueno el empate ganando el domingo que viene al Eldense, seguramente este punto se verá con mejores ojos.