Sacar al lobo del LESPRE es una de las prioridades del Gobierno de Cantabria, cuya presidenta, María José Sáenz de Buruaga acudirá Bruselas el próximo 17 de abril para explicar la necesidad de esta medida. Un día después, será el consejero de Desarrollo Rural, Pablo Palencia, quien hará lo mismo ante el Ministerio de Transición Ecológica. Acudirá acompañado de su equipo y con un informe en el que se detallan los ataques sufridos en la comunidad, el año pasado más de 2.200.

Palencia ha recordado en COPE Cantabria como el lobo se incluyó en el listado de especies de especial protección “no por una cuestión ecológica sino ideológica”.

El día en que se aprobó la inclusión de esta especie en el LESPRE hubo un voto decisivo, el de un diputado de Melilla, que “jamás ha tenido lobos, que jamás ha visitado los Picos de Europa y que no ha visto un lobo en su vida. Es como si a mí me piden votar sobre una resolución en Baviera sin conocer el país ni su realidad” ha lamentado Palencia.

La población de lobos en la región estaba controlada cuando se permitía a la región realizar las extracciones necesarias para evitar la sobre población, ahora campa a sus anchas. Hay que tener en cuanta que las camadas de lobos, al igual que las del jabalí, son de siete o hasta diez ejemplares y esto es un problema que está generando cambios en la biodiversidad de la zona.

Los lobos no solo atacan a ovejas, vacas o caballos, también están atacando fauna salvaje y provocando, por ejemplo, que los jabalíes se desplacen hacia la costa, a zonas en las que no se les había visto nunca.

HAN PERDIDO EL MIEDO

El problema se agrava además porque el lobo ataca cada vez más cerca de los núcleos urbanos, “está disparado, ha perdido el miedo a los humanos. Los métodos de disuasión como el ruido ya no le asustan” ha dicho el titular de Desarrollo Rural recordando el ataque de dos lobos a un joven ganadero de 17 años en Asturias. “Ha sido en Asturias, pero en cualquier momento, si no se cambia la situación, podría ocurrir aquí”.

Para Pablo Palencia, no sacar al lobo del LESPRE es un grave error que también está provocando que los ganaderos no encuentren relevo generacional. Al Ministerio se le llena la boca diciendo que va a hacer un plan de ganadería extensiva cuando la gente está abandonando las explotaciones por miedo al lobo y las consecuencias de sus ataques, ha asegurado Palencia. “Hacer una ganadería cuesta tiempo y dinero y es un palo ver que de repente te han matado 15 ovejas o tres potros o dos terneros porque es mucho dinero”.

En su próxima visita al Ministerio, el consejero recordará también como la Unión Europea permite las extracciones de lobos cuando estas están justificadas, como ocurre en Francia, que permite un 19% de extracciones, o Alemania.