A los 23 años, en plena madurez deportiva y después de una vida de sacrificios; de horas y horas de entrenamiento desde los seis años; de viajar por el mundo, o de estar alejada de la familia desde los 12, ha llegado la recompensa para Noemí Romero.

La gimnasta albaceteña de trampolín conseguía hace un par de semanas en Cottbus (Alemania) los puntos necesarios para estar entre las 16 mejores del mundo y tomar parte en los próximos Juegos Olímpicos de París. "Es el sueño de todo deportista -nos reconocía a COPE-, por encima de cualquier otra competición".

Después de todo lo vivido, y sin haber podido celebrar este logro porque las competiciones continúan, imagínate de quién se acordó Noemí tras esa clasificación: "de mis padres y de mis abuelos. Ellos siempre han estado cerca y me han apoyado y saben lo que supone este logro".

La competición, el 2 de agosto

Noemí nos ha recordado que el 2 de agosto tendremos que estar atentos a la final en la que participa junto a otras quince gimnastas del resto del mundo, las mejores... y pasa por encima de aquella injusticia "por culpa de la poítica" que la dejaron fuera de Tokyo 2020 a pesar de que sus resultados la hacían acreedora a tomar parte también en esta cita.

Hasta que toque viajar a París, Noemí aún no sabe cuál va a ser su calendario de competiciones, aunque de momento esta semana se encentra en Guimaraes, en Portugal, en la disputa del Europeo de esta modalidad deportiva, pero la próxima semana asegura que estará en Albacete para compartir este gran logro para el deporte albaceteño, pero también para la gimnasia nacional pues es la primera vez que se ha conseguido la clasificación olímpica de una mujer -ella- y un gimnasta, David Vega.