Las Asociaciones de Usuarios de tren AVE, AVANT y Media Distancia lanzan un comunicado a nivel nacional en el que critican la "rigidez" de Renfe a la hora de aplicar unas medidas que consideran "abusivas y desproporcionadas".

Las nuevas condiciones que Renfe implantará a partir del 1 de marzo tienen dos inconvenientes principales, según los usuarios: la prohibición de formalizar viajes consecutivos y el aumento del tiempo mínimo para anular un viaje a 60 minutos, lo que "hace inviable absorber cualquier tipo de incidencia en el desplazamiento desde el lugar de trabajo o estudio a la estación".

"Si durante el trayecto a las estaciones para tomar el tren ocurre algún problema, como retrasos en el transporte público, dentro de los 60 minutos anteriores a la salida del tren no se podrá anular la plaza previamente formalizada" señalan los viajeros frecuentes, que son los más afectados por las nuevas medidas.

"Esto, unido a la prohibición de realizar formalizaciones para trenes consecutivos, conlleva la imposibilidad de tomar el siguiente tren y, llegado al extremo" aseguran "no poder regresar a casa si esto ocurre con los últimos servicios".

Las Asociaciones entienden la necesidad de implantación de medidas antifraude por parte del Ministerio de Transportes y de RENFE. Sin embargo, señala Pablo López, portavoz de la Plataforma de Usuarios AVANT Ciudad Real, "las decisiones adoptadas por Renfe no han tenido en cuenta nuestras propuestas, ni tampoco se ha preocupado en buscar un punto de encuentro entre la operadora y los usuarios".

"Es más" aseguran los usuarios en el comunicado "parecería que han sido tomadas por personal de RENFE que nunca ha tomado un tren AVANT y desconocen completamente el día a día de sus usuarios, ni tampoco el importante impacto que provoca en los usuarios y en sus familias, cualquier medida adoptada por Renfe, por pequeña que sea".

En el caso concreto de los usuarios de trenes AVANT, "lo que nos cuestan mensualmente los abonos (subvencionados al 50% y no al 100% como en el caso de los media distancia), unos 274 euros, es suficientemente disuasorio de hacer un uso fraudulento de los mismos", y lamentan que la adopción de "estas medidas, lejos de lograr combatir el fraude que persiguen, van a producir un descenso en el uso de los trenes AVANT, por su propia imposibilidad de uso y hartazgo de los usuarios que dispongan de medios alternativos"

"Renfe debe facilitar los desplazamientos de sus viajeros" recuerdan los usuarios que, "solamente quieren llegar a la estación y poder tomar un tren, sin trabas ni condiciones incoherentes y contraproducentes"