Un hombre guadalajareño, nacido en 1971 en la antigua Residencia sanitaria de la capital, ha sabido a sus 52 años que, en realidad, no es hijo biológico de su madre, ni hermano de su hermana, con las que ha pasado la totalidad de su vida como si lo fueran.

Su caso se ha dado a conocer a través de su abogado, José Sáez Morga, quien ha explicado que el descubrimiento por parte de su cliente de "aparentes discordancias de grupo sanguíneo con familiares" le llevaron a someterse en 2021 a "pruebas de ADN voluntarias con su madre y hermana formales o de registro, de las que resultó que no había parentesco biológico".

Tras los sorprendentes resultados de las pruebas, el afectado pidió su historia clínica, pero infructuosamente. Y es que, tal como ha señalado el abogado, la respuesta que recibió su cliente fue que no había sido posible encontrar documentación clínica relacionada con su nacimiento, "ni en la historia clínica tal que es la suya, ni en la tal de su madre",y que su situación de vacío documental se producía "con cierta frecuencia porque, en el traslado de historias clínicas de la Residencia vieja al Hospital Universitario se perdió documentación".

En definitiva, que, a día de hoy, este guadalajareño sigue sin saber quiénes son sus progenitores biológicos y parientes y no ha dudado en recurrir a la justicia, presentando una demanda contra el SESCAM por valor de unos tres millones de euros.

Su abogado, José Sáez Morga, está especializado en este tipo de casos y tiene precedentes, como un caso similar ocurrido en Logroño cuya indemnización fue de 850.000 euros.