Los vecinos de La Toba, en Guadalajara llevan nada menos que 32 años esperando que les arreglen la carretera que atraviesa el pueblo y que les conecta con todo su entorno: La CM-1053. Después de todo este tiempo ahora veían las obras más cerca que nunca, pero las han vuelto a paralizar y eso ha desatado el hartazgo total en los vecinos.

De hecho, los más mayores de 'La Toba' ya apenas recuerdan el día en el que la CM-1053 estaba algo más transitable. 32 años después el proyecto estaba en licitación para adjudicar su ejecución a una empresa y cuando tocaban con los dedos el logro de la nueva carretera, ahora se enfrentan a una nueva paralización que explica a COPE el alcalde Javier Cantero: "Todo se debe a un cambio en la legislación entorno a las vías pecuarias. Han sido los técnicos los que han paralizadoun proyecto que estaba a punto de ejecutarse. Lo peor es que nadie nos ha dicho nada, nos hemos enterado a posteriori y hay otras formas de poder haber hecho los cambios. La solución no es paralizarlo".

Una carretera, como dice, ptopia de los años 40 que podría ambientar una película de la posguerra y que afecta a los 76 vecinos del pueblo. Una de ellas es Rosa María, que tiene una casa rural a la que es prácticamente imposible acceder: "Aunque quiera redirigir a mis clientes por otra carretera, les tendría que mandar a una que está aún peor. Luego hablan de la España vaciada, pero no hacen nada por remediarlo".

El sábado la mitad de los vecinos del pueblo se reunieron en la asamblea municipal para protestar. Ya tienen pensado un viaje a Toledo para hablar con quien haga falta.