A las 00.24 horas, en el kilómetro 4 de la carretera CM-4004, los servicios de Emergencias del 112 de Castilla-La Mancha recibía una llamada alertando de la aparición de dos cadáveres, asesinados a balazos, dentro de un coche en la localidad de Casarrubios del Monte, en la provincia de Toledo.

Cuando la Guardia Civil se personó en el lugar donde estaba dado el aviso, encontraron los cuerpos sin vida de dos hermanos, Antonio y José Y., de etnia gitana, que residían en la localidad madrileña de Fuente el Saz. El vehículo estaba a las puertas de un chalet abandonado, con la luna rota y muchos impactos de balas tanto de escopeta como de arma corta. Uno de los hermanos estaba sin vida dentro del vehículo y el otro, a poco más de un metro del coche, sugiriendo un posible intento de huida. La Guardia Civil, que maneja la posibilidad de la participación de al menos dos agresores, no descarta la hipótesis de un ajuste de cuentas entre clanes.

El vehículo en el que fueron hallados los cuerpos pertenecía a la madre de los fallecidos. Tras el descubrimiento, más de medio centenar de parientes y amigos se congregaron en las proximidades del lugar, expresando su dolor y exigiendo justicia.

La Guardia Civil ha reforzado la seguridad en Fuente el Saz y Casarrubios ante posibles altercados, ya que durante la noche, familiares de los fallecidos se presentaron para mostrar su apoyo y buscar respuestas en medio de esta trágica situación. Los municipios se encuentra consternada mientras esperan el avance de la investigación para esclarecer los hechos que han dejado una profunda huella en esta localidad toledana. Unos hechos que quedan guardados bajo secreto de sumario por los agentes de la Guardia Civil que llevan a cabo la información.