Cuando escuchamos hablar de trastornos de la conducta alimentaria, lo primero de se nos viene a la cabeza son la anorexia nerviosa y la bulimia, enfermedades que relacionamos sobre todo con la adolescencia, pero ¿sabías que existen otros trastornos alimentarios que también pueden perjudicar a nuestra salud cuando se convierten en frecuentes y alteran nuestra calidad de vida? Te estoy hablando de trastornos como los atracones, el picoteo o el comedor nocturno. Pueden aparecer en cualquier momento de nuestra vida. Detrás de todos ellos siempre hay un componente emocional y psicológico como ha explicado en COPE Ávila, la dietista Rosana Rabadán.

Explica Rosana Rabadán que cada vez son más jóvenes los menores que acuden a las consultas con trastornos como anorexia y bulimia, llegando incluso a los 13 o 14 años, la mayor parte de ellos mujeres. El excesivo culto al cuerpo y las redes sociales no ayudan.

Trastornos como los atracones o el picoteo, a los que a veces quitamos importancia, aparecen en personas más adultas. El estrés y el ritmo de vida, explica la dietista, “hacen que tengamos mucha insatisfacción personal o laboral que pueden desencadenar en importantes trastornos relacionados con la comida con frustraciones a nivel mental y psicológico problemáticas”.

Destaca Rosana Rabadán que al tratarse en todos los casos de un problema psicológico que va más allá de la alimentación es fundamental ponerse en manos de un psicólogo para atajarlo, acompañado también de un dietista especializado en este tipo de trastornos.

Y es que en los casos más graves como anorexia o bulimia, las consecuencias para la salud pueden ser peligrosas yendo desde la perdida de la menstruación en las chicas, hasta problemas de metabolismo, alteraciones de tiroides, hipertensión o colesterol.