En ocasiones las personas tenemos la memoria muy corta. Si durante la pandemia hubo un colectivo al que se consideró como auténticos héroes y a los que cada día a las ocho salíamos al balcón a aplaudir fueron los sanitarios. Hoy parece que esos elogios se han olvidado y son muchos los profesionales sanitarios los que a menudo se enfrentan a agresiones físicas o verbales.

En la provincia de Ávila en 2023 hubo 54 incidentes de agresiones registrados con 60 trabajadores sanitarios agredidos. Sí bien es cierto que el número de trabajadores que sufrieron agresiones ha bajado un 18,9 por ciento con respecto a 2022, todavía sigue siendo un número importante.

La mayoría de estas agresiones en Ávila se produjeron a enfermeros (24 agredidos) y facultativos (18), pero también los TCAE, el personal administrativos y los celadores fueron víctimas de alguna de estas agresiones según datos del Observatorio de Castilla y León.

El viceconsejero de Sanidad, el abulense Jesús García Cruces, ha lamentado que muchas de las agresiones que sufren los profesionales sanitarios no son denunciadas “por miedo”.

Recuerda García Cruces que desde el año 2013 las agresiones a sanitarios están consideradas como atentado a un funcionario público y pueden tener incluso pena de cárcel.

Según el Observatorio de Castilla y León los principales motivos de estas agresiones, que nunca se pueden justificar, son la disconformidad con la atención, las demandas del usuario y la disconformidad con el trato. Otros motivos son el trastorno, las conductas problemáticas, las adicciones y el tiempo de espera en último lugar.