Se jugaba la puerta grande de la plaza de Colmenar Viejo, en la gran Final de la Copa Chenel, pero mucho más aún, dar un aldabonazo sobre su carrera.

Esta temporada Juan del Alamo la enfrenta como una de las más relevantes, por haber pasado en silencio los últimos años y porque quería demostrar que tiene mucho que decir en el toreo. Por eso, porque el toreo es la cara y la cruz entre la vida y la muerte, Juan del Alamo se echó el capote a la espalda para iniciar un quite por gaoneras. La espeluznante voltereta del sobrero de Angel Luis Peña, dejó al torero rígido e inconsciente en el ruedo, con una cornada en la cara interna del muslo izquierdo con dos trayectorias: una de 25 y otra de 15 centímetros.

El doctor Crespo ha operado con éxito ambas lesiones. Aunque el pronóstico es grave, las pruebas médicas han descartado casi milagrosamente otras lesiones cerebrales y cervicales, que podrían haber resultado de peor pronóstico aún que las propias cornadas. El apoderado de Juan del Alamo, Lázaro Carmona explica a Cope Salamanca que el diestro salmantino ya está fuera de peligro.

Aunque las primeras 48 horas tras el percance son claves, el diestro ha pasado la noche sin fiebre y se recupera en el hospital de Majadahonda a la espera de ser trasladado al centro hospitalario de Salamanca. Ya en su tierra continuará el tratamiento de recuperación y posterior fisioterapia. En su cabeza está la idea clara y la férrea voluntad de poder comparecer en Pamplona el próximo 8 de julio, para lidiar un encierro de José Escolar acartelado con Fernando Robleño y Borja Jiménez. Toda la suerte del mundo para él. #FuerzaJuandelÁlamo