Unos 11.000 estudiantes se enfrentaron el pasado curso a los exámenes de acceso a la universidad, la conocida como EBAU, en Castilla y León.

Con la formación del nuevo Gobierno de España, el segundo de coalición presidido por Pedro Sánchez y al que se han incorporado dos ministros de Valladolid, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha recuperado una vieja reivindicación: una EBAU única “para evitar la actual situación de injusticia” que, a juicio del Gobierno autonómico, “no garantiza la igualdad de todo el alumnado independientemente del territorio donde resida”. Y así se lo ha solicitado el dirigente del Partido Popular por carta en una misiva dirigida a la ministra de Educación, Pilar Alegría.

Esto permitiría a todos los alumnos de segundo curso de Bachillerato, con independencia de donde residan, hacer un mismo examen y, según aseguran los defensores de esta prueba unificada, tener las mismas oportunidades para acceder a los mismos estudios universitarios.

Requisitos para una EBAU única en toda España

Pero, ¿es posible unificar la EBAU en toda España, como solicita la Junta de Castilla y León?

Los coordinadores de la EBAU en las distintas universidades públicas —cuatro, en esta comunidad autónoma—, llevan ya varios años trabajando en el seno de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) para “armonizar” tanto los exámenes como los criterios de corrección. En este tiempo, reconocen, los grupos de trabajo de la CRUE han estado “acercando” posiciones entre comunidades autónomas “poniendo unos criterios más o menos comunes”. “Eso sí lo estamos haciendo”, confirman.

Pero, según ha explicado el coordinador de estas pruebas en la Universidad de Valladolid, Ricardo Josa, unificar la EBAU implicaría, por un lado, superar “el sesgo del examen” y, por otro, “el sesgo de la corrección de los exámenes”.

Para salvar ese doble sesgo un espejo en el que podría mirarse la EBAU, ejemplifica Josa, es en el examen MIR, la prueba que se exige a los médicos para poder acceder al Sistema Nacional de Salud. “La perfección” pasaría por hacer “un examen tipo test”, expone. “Pero eso”, añade, “rompe muchas de las competencias que se adquieren en Bachillerato”.

Josa reconoce que “lo idílico” es implantar una EBAU única en toda España. Es “lo lógico”, remarca, en tanto que “la admisión” en las universidades, con independencia del territorio de origen del estudiante, también “es única”.

Sin embargo, se da la circunstancia, de que las competencias en torno a la EBAU están divididas entre el Gobierno de España y los gobiernos autonómicos. Por lo que para la unificación de estas pruebas de acceso, además de un “examen exhaustivo”, advierte Josa, sería necesario también lograr el consenso de las comunidades autónomas.

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¿Cómo será la EBAU de 2024?

Para el coordinador de la EBAU en la Universidad de Valladolid la unificación de las pruebas de acceso en todo el territorio nacional es igual de compatible con la anterior Ley educativa que con la actual, la LOMLOE. A pesar de que esta última aboga por un modelo de enseñanza por competencias, menos memorístico. Pero su implantación “llevaría muchísimo trabajo” y “no podría hacerse rápidamente”, reconoce Ricardo Josa.

Por ahora los coordinadores de la EBAU siguen a la espera de la Orden del Ministerio de Educación para ultimar el contenido de los exámenes a los que se enfrentarán en 2024 los alumnos que están ya cursando segundo de Bachillerato. Exámenes que “serán muy parecidos” a los de 2023, avanza Josa. Con una salvedad: la incorporación de nuevas materias fruto de la implantación de la LOMLOE en los cursos pares.

En paralelo hay un borrador para una nueva EBAU con cambios en cuanto a su estructura y puntuación “parado” por la convocatoria de elecciones anticipadas. “No sabemos si lo reactivarán a lo largo de este curso o para el curso que viene”, explica Josa. Su implantación estaba, inicialmente, prevista para 2024.