Todos los pueblos de la provincia de Valladolid dispondrán de internet de alta capacidad al final de los cuatro años de mandato y los municipios con más de 1.000 habitantes tendrán un cajero automático. Son algunos de los retos que la Diputación de Valladolid quiere ir consiguiendo. Por el momento, el presupuesto para 2020 será de más de 110 millones de euros, casi un 3 % superior al anterior. Un presupuesto que llevará a cerrar el ejercicio del próximo año con una deuda de casi un 11 % y sería la mayor bajada de la historia.

El empleo, la calidad de vida de las personas, la garantía de los servicios en nuestros municipios y la apuesta por la transformación digital son los ejes de trabajo para los próximos cuatro años. Se conseguirá a través “del diálogo, el compromiso, la responsabilidad, la coherencia y poniendo siempre por encima los intereses de las personas que viven en nuestros pueblos”, ha explicado el presidente de la institución, Conrado Iscar.

La partida destinada a políticas sociales ha aumentado casi un 2%. El gobierno provincial destinará más de 52 millones a mejorar la calidad de vida de la personas más vulnerables como los mayores a través de ayudas a domicilio, la teleasistencia y un programa piloto de adiestramiento de perros para combatir la soledad no deseada. Otra de las novedades es la creación de un Parque Provincial de Viviendas para crear alquiler en los municipios de la provincia y “ponerlas a disposición de las personas que estén buscando residir en alguno de las pueblos”.

La diputación destinará más de 10 millones de euros para el desarrollo económico incrementando la inversión en turismo y promocionando la industria agroalimentaria. La creación de empleo también es una prioridad del gobierno provincial “para luchar con las desigualdades, contribuir a que funcionen los servicios sociales e incidir en la necesidad en que los jóvenes encuentren un clima adecuado para que puedan asentar su proyecto de vida en nuestros pueblos”, ha dicho Conrado.