La Sagrada Familia de Barcelona acogió a un total de 3.781.845 visitantes durante el 2022, unas cifras que superan las expectativas de los responsables de la basílica. Sin embargo, aún queda camino por recorrer. Esteve Camps, presidente de la Junta Constructora del templo, ha indicado que no se ha alcanzado la normalidad completa. "Pero es el primer año con el santuario completamente abierto, después del periodo de pandemia", ha celebrado Camps.

Del total de visitantes, el 82,5% son de fuera de España, principalmente norteamericanos (13,8%), franceses (11,2%) e italianos (9,4%). Según Xavier Martínez, su director general, el mercado más importante, el asiático, aún se resiste en volver. "Hemos echado mucho de menos el turismo chino y japonés, que todavía no ha llegado", ha alegado Martínez. "El repunte de un 20% de visitantes españoles, así como el aumento del mercado americano, no han compensado esta perdida", ha lamentado el director.

AUN EN CONSTRUCCIÓN

Las expectativas para el fin de las obras estarán determinadas por el encarecimiento de los materiales, así como del año de parón durante la pandemia. "No podemos dar una fecha para finalizar las obras. Sin embargo, podemos garantizar para finales de este año la construcción de las dos torres restantes", ha confesado Camps. Además, ha compartido el deseo de elevar en tres niveles la torre de Jesucristo. "Sería una ilusión poder ver terminada la torre para el centenario de la muerte de Gaudí", ha añadido.

La Basílica ingresó 100,7 millones en 2022 —el 99% proviene de los propios visitantes— y ha obtenido 53,9 millones de euros. Se destinará el 43% a la construcción del templo, según han confirmado sus responsables. "La Sagrada Familia está en su recta final", ha concretado Esteve Camps. A pesar de haber recuperado el ritmo de la construcción, ha reconocido que están lejos de conocer fecha. Sin embargo, ha valorado la importancia de los visitantes. "Si resurge la afluencia de visitantes, el mantenimiento de la obra se puede garantizar", ha matizado Camps.

ESCALINATA DE LA CALLE MALLORCA

Sobre la escalinata en la fachada principal del templo, proyectada en la calle Mallorca, Camps ha reivindicado que son "herederos" del proyecto que Gaudí dejó firmado en el Ayuntamiento y que contempla dicha escalinata, y ha recordado que se irá negociando con el consistorio a medida que el tiempo lo considere.

También sobre el Ayuntamiento, Martínez ha concretado que de los 36 millones acordados en 2018, ya han pagado los 22 millones de gasto corriente; han abonado 1,2 de los 3 previstos en mantenimiento, y dos partidas que suman 11 millones están "pendientes de aplicación", relacionadas con mejoras en infraestructuras del entorno de la Sagrada Familia, todavía por concretar.

LA SAGRADA FAMILIA COMO FARO CULTURAL

La basílica acogió varias actividades y talleres para "facilitar la integración de los niños ucranianos que ha acogido la ciudad de Barcelona", según ha indicado Xavier Martínez. Además, la Sagrada Familia recibió un concierto coral, integrado por refugiados ucranianos, que interpretó varias piezas tradicionales. "Fue un momento muy emotivo", confesó Martínez.

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Además, durante el año 2022, la Sagrada Familia ha llevado a cabo acciones para la ciudadanía como las puertas abiertas por la Mercè y Santa Eulàlia (21.000 entradas gratuitas), conciertos (4.503 asistentes), visitas estudiantiles (68.170 alumnos) y sociales (5.502 visitantes), e iluminaciones solidarias en las fachadas, entre otras.

Para esta nueva temporada, el templo ofrecerá una extensa programación cultural, como la celebración del concierto del Orfeo Donostiarra, que cantará por primera vez en la Sagrada Familia el 26 de marzo; de la Orquesta Filarmónica de Berlín, el próximo 1 de mayo por la mañana; o, la inauguración en Tokio de una exposición sobre Gaudí y su obra. Además, el proximo 25 de marzo se organizará la ordenación episcopal del nuevo obismo auxiliar David Abadias.

PREVISIONES PARA ESTE AÑO

La Junta Constructora ha garantizado que a finales de año se incorporaran las dos torres restantes en la cúspide de la basílica. De cara al final de las obras, quizá no se conoce la fecha o la previsión de los costos, pero existe el seguro y la promesa de acabar de construir el sueño de Antoni Gaudí.