Ni mítines, ni campaña electoral, ni publicidad política, nada que tenga que ver con una campaña electoral al uso. Un centenar de pueblos en Cataluña, de menos de 500 habitantes y de entorno rural, ya saben cuál va a ser su alcalde, a pesar de que falta un mes para las elecciones. Son listas únicas, sin oposición, solo habrá su papeleta en la mesa electoral. No hay alternativa.

36 municipios de Girona, 31 de Lleida, 21 de Tarragona y 8 de Barcelona, presentan una lista única. Mario Urrea, alcalde de Torrebesses (Lleida), va a ganar el 28 de mayo y revalidará su cuarta legislatura, como alcalde de su pueblo, "cada vez es más difícil implicar a la gente. Los horarios son muy malos, te convocan a reuniones por la mañana y es muy complicado si no los puedes compatibilizar".

Desde Bellmunt de Priorat, Francesc Calpe lo comparte "mi sueldo es de 13.000 euros anuales, y las horas son muchas. Peor para los concejales, que lo hacen por amor al arte". Ambos coinciden que también es un raso de política local " de unidad, para luchar todos juntos por el bien del pueblo", y niegan una falta de pluralidad, "el debate está dentro del grupo, con diversas opiniones y con votaciones diferentes en el pleno. Lo que sé evita es la rivalidad que divide a un pueblo", sostienen.