La señora Marlen es portera de un edifico del barrio del Poble Sec de Barcelona. Todo iba bien hasta queun intenso olor a marihuana empezó a inundar la escalera y la señora empezó a verse afectada hasta enfermar por la inhalación del humo del porro.

Los responsables son unos vecinos que consumen habitualmente de tal forma que el humo inunda buena parte del rellano y pisos y que, a pesar de los ruegos, han hecho caso omiso a las peticiones de moderar o contener el humo

"El humo del canuto afecta al entorno y te convierte en “porrero” pasivo" nos explican expertos en toxicología, "no quieres colocarte, pero lo haces porque aunque no lo aspires profundamente te va afectado igual".

Afortunadamente, la señora Marlen ya está recuperada, pero no olvidará esta desagradable situación y sensación que vivió.

El cannabis ya es un souvenir barcelonés

Los vecinos del Raval de Barcelona, y ahora también los de Sagrada Familia, ven con preocupación como las tiendas cannábicas van proliferando aprovechando los puntos más turísticos de la ciudad. "Las leyes son poco contundentes con estos productos y van más allá de lo establecido" afirman "Muchos turistas ya se llevan cannabis barcelonés como souvenir. La imagen de la ciudad se degrada".

Escucha a Fermín Villar de la asociación "amics de la Rambla" sobre la preocupación del vecindario de Ciutat Vella por la abundante presencia de captadores de clubs cannábicos.

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¿Cómo impacta psicológicamente?

El impacto psicológico del consumo de cannabis tiene una especial relevancia, dado que quienes lo utilizan principalmente son los jóvenes. Provoca dificultades para estudiar, al disminuir las funciones de atención, concentración, abstracción y memoria, obstaculizando, por tanto, el aprendizaje.

Puede causar reacciones agudas de ansiedad y, en personas con predisposición a padecer trastornos mentales, puede provocar la aparición de estos trastornos o agravar los que ya se padecen.

Cada vez hay más datos que demuestran el efecto perjudicial del consumo de cannabis asociado a la conducción de vehículos, especialmente si se combina con alcohol, lo que hace que aumente el riesgo de accidentes.

El cannabis actúa sobre el sistema de gratificación y recompensa cerebral de la misma forma que lo hacen otras drogas, a través del estímulo de la liberación de dopamina. Por eso, el consumo continuado de cannabis produce adicción.

La adicción aparece entre el 7 y el 10 % de las personas que lo han probado y en 1 de cada 3 de los que lo consumen habitualmente.

¿Cuándo sospechar de una dependencia al cannabis?

Hay algunos síntomas que pueden hacer sospechar la existencia de un trastorno por dependencia del cannabis.

• Problemas de memoria y aprendizaje.
• Peores resultados académicos.
• Abandono prematuro de los estudios.
• Dependencia (7-10 % de los que lo prueban).
• Trastornos emocionales (ansiedad, depresión) y de la personalidad.
• Enfermedades bronco-pulmonares y determinados tipos de cáncer.
• Trastornos del ritmo cardiaco (arritmias).
• Psicosis y esquizofrenia (especialmente en individuos predispuestos).

El consumo de cannabis puede dar lugar a varios tipos de trastornos mentales, entre los que se incluyen los trastornos psicóticos. Su consumo aumenta más de cinco veces el riesgo de padecer psicosis a lo largo de la vida. Cuanto antes se comienza a consumir y más frecuente es el consumo, mayor es el riesgo.