Los okupa de La Ruina y El Kubo continúan atrincherados con vallas metálicas y ruinas en el número 6 de la calle Sant Joan de la Salle, frente a la plaza de la Bonanova (Barcelona). Estos individuos han amenazado con quemar el barrio de Sant Gervasi si intentan desalojarlos. Por ello, el gobierno municipal ha suspendido todas las operaciones. La situación de desalojo se ha frenado en seco, mientras que los vecinos siguen viviendo una extraña calma tensa.

Algunos han sufrido ataques de juegos artificiales o pistolas de balines por aparte de los okupas. La mayoría de vecinos denuncian que, desde hace más de 7 años, los okupas ponen música a altas horas de la noche, chillan a algunos vecinos, les insultan e, incluso, les lanzan huevos y otros objetos. Están hartos, pero preocupados. “No tienen miedo a nada. Ni tampoco respeto”, lamenta Isabel, una vecina cercana al inmueble. “Da mucha tristeza que un lugar tan bonito como es la Bonanova este tan mal”, añade.

Un barrio no tan tranquilo

En su día, el edificio fue residencia de la escritora catalana Mercè Rodoreda, quien se crio en el barrio de Sant Gervasi. El antiguo palacete se ha convertido en una fortaleza de vallas metálicas y ruinas, que bloquean puertas y ventanas. “Están preparados para quemar el barrio”, dice Dolors, otra vecina. Desde su terraza puede ver montañas de gasolina y neumáticos apilados en el patio del edificio ocupado. Carmen ha decidido no venir más a la misa de la Iglesia de la Madre de Dios de la Bonanova, porque está muy cerca de ‘La Ruina’ y ‘El Kubo’ y “por precaución”. “No quiero meterme en líos”, confiesa Carmen.

“Me parece una vergüenza que el Ayuntamiento se eche para atrás, que unos niñatos nos amenacen de que va a arder el barrio”, señala Monste, otra vecina. “No entiendo por qué he pagado toda mi vida una hipoteca”, ironiza la vecina. Otros transeúntes critican la inacción de la alcaldesa de Barcelona y que haya cedido ante el chantaje de los okupas. “Hemos votado a una alcaldesa que es la jefa de los okupas, no podemos pretender que la autoridad de la ciudad vaya en contra de sus principios”, carga José Javier contra Ada Colau. “Nos queda una situación de anarquía”, concluye.