La JMJ es la Jornada Mundial de la Juventud y es un encuentro de jóvenes de todo al mundo con el Papa. Pero no solo es esto, sino que se considera una peregrinación, una fiesta de la juventud y una expresión de la iglesia universal. Desde aquí en España, se ha organizado una caminata previa de 40 días, donde 100 jóvenes estando yendo desde Barcelona hasta Lisboa.

Puede ir todo el mundo. Aunque su identidad sea claramente católica y religiosa, está abierta a todo el mundo, tanto los más próximos en la iglesia como los que más distanciados están. Cómo he dicho, el objetivo de esta jornada es reunirse con el papa, pero también se presenta como una invitación a una generación determinada, que son los jóvenes, de construir un mundo más justo y solidario.

Esta jornada se hace cada año a las diócesis coincidiendo con el domingo de ramos. Y cada dos, tres o cuatro años, se hace con carácter internacional en una ciudad escogida por el Papa, que este año se hace a Lisboa, y que él mismo también está presente para recibir a todos los jóvenes que van. El 2019, por ejemplo, se hace hacer en Panamá y el 2016 en Polonia. En definitiva, puede ser a cualquier lugar del mundo.

A lo largo de una semana, jóvenes de todo el mundo se instalan a lugar públicos como gimnasios, escuelas, polideportivos o a lugares parroquiales. Además de los momentos de oración, comunión y esparcimiento, los jóvenes inscritos participan en varias iniciativas organizadas por el equipo en la ciudad donde se hace la JMJ, que en este caso. Se hacen celebraciones con el Papa y se hace una ceremonia de acogida y de apertura, el via crucis, y el último día, la misa de envío.

El el pasado domingo empezó esta caminata que durará 40 días y tiene como objetivo llegar a Lisboa. Este peregrinaje tiene una motivación solidaria: restaurar la antigua capilla del Instituto Mental y la construcción de un nuevo centro parroquial. Se llama que cada paso de este camino, durará 40 días hasta que empiece la JMJ, simbolizará la restauración. En esta peregrinación, los jóvenes se sumergirán en la oración, la formación, la renuncia y la vida comunitaria, y representa que fortalecerán su fe y se prepararán con el encuentro final a Lisboa con el Papa.