El Govern ha decretado la entrada en fase de pre emergencia en los 202 municipios del sistema Ter-Llobregat, entre ellos la ciudad de Barcelona y su área metropolitana y Girona que, en total, suman unos 6 millones de personas.

El cambio de fase implica una reducción de la dotación máxima de agua por habitante y día, que pasará de 230 a 210 litros.

El riego de zonas verdes queda prohibido en todos los casos, salvo en superficies destinadas a la práctica federada del deporte y para mantener el riego de supervivencia de árboles.

También se mantendrá la prohibición de llenar piscinas privadas de uso individual o unifamiliar y solo se permitirá el relleno parcial o primer llenado de piscinas de uso público en las cantidades indispensables para garantizar la calidad sanitaria del agua.

Asimismo, se mantiene la prohibición de llenar o rellenar piscinas que carezcan de sistemas de recirculación del agua.

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Sigue la prohibición de limpiar con agua potable calles, alcantarillado, pavimentos, fachadas y similares, sean públicos o particulares, aunque, en el caso de limpieza de vehículos, el uso del agua queda limitado, como en fase de excepcionalidad, a la limpieza en establecimientos comerciales dedicados a esta actividad.

Por último, también se mantiene la prohibición de rellenar total o parcialmente las fuentes ornamentales, lagos artificiales y otros elementos de uso estético del agua.

El resto de restricciones se mantienen, al igual que en el escenario de excepcionalidad. Por tanto, se mantiene la reducción del 40% del agua para usos agrícolas, la reducción del 15% para usos industriales, y la reducción del agua para usos lúdicos.

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Para controlar el cumplimiento de las dotaciones, se ha anunciado la incorporación de quince nuevos inspectores a la ACA, que se suman a la cuarentena que ya se encargan de llevar a cabo este control.

En caso de incumplimientos, es el Govern quien tiene la competencia para sancionar a empresas o municipios que sobrepasen las dotaciones de agua establecidas.

De hecho, a principios del pasado mes de septiembre, la ACA ya envió los primeros requerimientos a algunos ayuntamientos por consumos excesivos de agua.

En el caso de los particulares, quien tiene la competencia para sancionar por incumplir las restricciones son los consistorios.

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La entrada en fase de pre emergencia afectará a 202 municipios y 14 comarcas. En concreto, las unidades de explotación afectadas son el embalse del Ter, el del Llobregat, y el del Ter-Llobregat, con municipios del Alt Penedès, Anoia, Bages, Baix Empordà, Baix Llobregat, Barcelonès, el Berguedà, el Garraf, el Gironès, el Maresme, la Selva, el Solsonès, el Vallès Occidental, y el Vallès Oriental.

Por ahora, los únicos ámbitos que se encuentran en fase de emergencia en Cataluña son los que dependen del embalse de Darnius Boadella y el acuífero de Fluvià-Muga, en el Alt Empordà, y del acuífero de Riudecanyes, en el Baix Camp. En total son 36 municipios.