Quién no ha estado en Madrid y se ha recorrido la Gran Vía de arriba a abajo... O al menos se ha acercado a uno de sus cines, salas de espectáculos, bares y restaurantes o tiendas. Con razón, la Gran Vía es la calle más transitada de la capital. Por ella pasaron de media al día, en 2023, 141.061 peatones.

Con 3,3 millones de desplazamientos diarios, Madrid ha visto un aumento del 12% en el tráfico peatonal con respecto al año anterior, lo que representa un incremento medio de más de 387.890 viajes diarios. Los distritos de Centro y Chamberí son los más concurridos, especialmente en calles como la Gran Vía y Fuencarral, donde se concentra una gran parte de la actividad comercial y turística.

El Ayuntamiento de Madrid, en respuesta a las crecientes demandas de movilidad, ha implementado una red de 30 estaciones de medición distribuidas en toda la ciudad, especialmente en áreas densamente pobladas como el distrito Centro. Estas estaciones, equipadas con cámaras de visión artificial, recopilan datos sobre el flujo peatonal, permitiendo a las autoridades planificar obras y ajustar la circulación según las necesidades.

La Gran Vía es, sin duda, el epicentro de la actividad peatonal. Le sigue Fuencarral como su acompañante cercano, con un promedio de 37.376 peatones diarios en 2023, el análisis del ayuntamiento revela la importancia de estas arterias para la movilidad urbana. El viernes 8 de diciembre marcó un récord de afluencia en la Gran Vía, con más de 265.000 personas registradas, mientras que Fuencarral alcanzó su punto máximo el domingo 17 de diciembre, con más de 52.000 peatones.

Este aumento significativo en la movilidad peatonal ha llevado al Ayuntamiento a tomar medidas proactivas, como activar el nivel negro de alerta por aglomeraciones en el distrito Centro durante el puente de diciembre. Estas medidas incluyen restricciones de tráfico, cambios en el transporte público y un refuerzo policial en áreas críticas.