Ya lo estropearon la primera vez y se llevaron por delante la figura del presidente, Quique Hernández. Ahora, todo vuelve a estar encarrilado para que el Hércules cuente con la mejor estructura deportiva de estos siete años en Segunda División B. El propietario, Enrique Ortiz, se reunirá la próxima semana con Carmelo del Pozo para firmar un contrato que se lleva negociaciando desde hace más de un mes.

Las amenazas en el horizonte son las de siempre: Portillo y Ramírez. Los dos responsables que naufragaron el pasado curso y que situaron al club al borde del descenso a Tercera División. Siempre con ganas de participar en las decisiones deportivas, algo a lo que Carmelo del Pozo se ha opuesto desde el primer día. La independencia en la toma de decisiones es sagrada y nada puede alterar esa premisa. Ahora, Enrique Ortiz deberá mantenerlos a raya para acabar cumpliendo su deseo de dejar la reconstrucción deportiva en manos del técnico segoviano.