Las obras de la futura estación intermodal Central de Alicante arrancarán en el último cuatrimestre de 2024 con una inversión de unos 135 millones de euros y la previsión de que entre en funcionamiento en tres años.

Así lo ha trasladado a los medios de comunicación el president de la Generalitat, Carlos Mazón,antes de firmar el convenio de cesión permanente de los suelos por parte del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) en el entorno de la actual terminal de AVE, media distancia y Cercanías para acometer la estación del tranvía metropolitano (TRAM).

Junto a la consellera del ramo, Salomé Pradas, el presidente de la Diputación, Toni Pérez, y el alcalde alicantino, Luis Barcala, Mazón ha afirmado que, de esta manera y tras ocho años de olvido por parte del Consell del Botànic de Ximo Puig, se retoma un proyecto que permitirá la "conectividad total" de la ciudad y provincia alicantina.

Esto será así porque facilitará que el viajero que llega a la provincia en tren AVE pueda enlazar rápidamente con el destino de la costa por tranvía sin tener que salir de la estación ferroviaria, caminar con el equipaje en superficie por la avenida de la estación, una escena que ha calificado de "tercermundista", y tener que entrar de nuevo en la estación de Luceros, a unos 400 metros. "Por fin, en esta legislatura la estación Central será una realidad", ha recalcado el president popular, tras inaugurar una obra de 1,5 millones en la estación de Luceros para mejorar la conectividad, señalización y seguridad de los convoyes del TRAM que llegan actualmente allí.

El jefe del Consell ha valorado el acuerdo con Adif para hacer posible el arranque de este proyecto y terminar con el "tapón" que había hasta ahora, una de las obras que, en su opinión, "dormía el sueño de los justos" hasta la llegada del actual Gobierno valenciano. El alcalde alicantino, Luis Barcala, ha asegurado que la estación Central se constituirá como una "gran revolución dentro del transporte público" porque mejorará la conectividad y permitirá el aumento de las frecuencias de convoyes, así como extender en un futuro la red del tranvía al sur de la ciudad.

Mañana abre la estación de Luceros

La estación del tranvía en la plaza de Luceros de Alicante ha reabierto al público tras la inversión de algo más de 1,5 millones de euros en la mejora de la seguridad y capacidad de maniobra de los convoyes ferroviarios.

El president de la Generalitat, Carlos Mazón, la consellera de Infraestructuras, Salomé Pradas, el presidente de la Diputación, Toni Pérez, y el alcalde alicantino, Luis Barcala, han recorrido parte de la nueva superestructura instalada y han valorado que se han cumplido los plazos y la utilidad de los trabajos.

A partir de ahora, en palabras del president de la Generalitat, Ferrocarrils de la Generalitat cuenta con "mejor señalización y sistemas de seguridad", al tiempo que facilitará la conectividad y la capacidad de esta estación que, hasta que se construya la terminal Central de la ciudad, se erige en la principal de Alicante en número de usuarios. Según Mazón, como otras tantas, esta obra "llevaba demasiados años taponada" y con la llegada de su Consell se ha podido "ejecutar en un tiempo exprés".

La estación de Luceros de TRAM d'Alacant ha permanecido cerrada al público entre el 22 de enero y este 21 de febrero como consecuencia de estas obras de instalación del nuevo escape ferroviario (unión de dos desvíos) en el túnel.

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Durante estas semanas, las Líneas 1 (Luceros-Benidorm), 2 (Luceros-Sant Vicent del Raspeig), 3 (Luceros-El Campello) y 4 (Luceros-Plaza La Coruña) han tenido su origen y destino en la estación de Mercado, y el cierre temporal de Luceros ha implicado a su vez algunas pequeñas alteraciones respecto a los horarios habituales.

La actuación ha sido obligada porque la estación de Luceros disponía de tan solo dos vías en servicio, siendo ambas necesarias para cumplir con las frecuencias establecidas, aunque únicamente la vía 1 estaba acondicionada para la salida de vehículos, quedando la otra para la ejecución de maniobras. Esta intervención favorece la regularidad del servicio, ya que se reducen los efectos de posibles incidencias sobre el conjunto de trenes y tranvías en circulación.