El Ayuntamiento de Almassora, la dirección de obra y la empresa Ravi han firmado esta mañana la recepción de la remodelación de la avenida Castelló. La actuación pone fin a décadas de inundaciones con una inversión de 619.762 euros cofinanciada al 50% por fondos FEDER de la Unión Europea y el consistorio.

Alcaldesa, interventor e ingenieros municipales se han citado en el aparcamiento bajo el cual la empresa ha implantado un depósito soterrado que recogerá la escorrentía superficial y la filtrará parcialmente al subsuelo. Se trata de una solución novedosa ubicada bajo la zona de estacionamiento de vehículos para atender las solicitudes del vecindario, que sufre inundaciones en sus viviendas en cada episodio de lluvias.

Este sistema de drenaje sostenible concentró la mayor parte de meses de trabajo en el vial, una actuación que arrancó el verano pasado y en la que la empresa trató de minimizar las molestias con el paso alterno de vehículos durante el grueso de la intervención. Solo las labores de asfaltado, una vez completada la reforma, obligaron a cerrar puntualmente la carretera al tráfico en los más de 400 metros de intervención.

Los técnicos aprovecharon en su proyecto la apertura de la zanja y la incorporación del depósito subterráneo para renovar la red de residuales y de abastecimiento para prevenir fugas y ofrecer mejor un mejor servicio público. Las nuevas instalaciones también son eficientes en superficie con el riego automatizado, además de eliminar todas las barreras arquitectónicas para garantizar el paso de sillas de rueda y carros de bebé.

La solución a las inundaciones y la apertura de una zona de aparcamiento en batería se suma al carril bici integrado y a la eliminación del acceso a Almassora desde Castelló por este vial para limitar las molestias al vecindario y ceder espacio al peatón con el ensanche de la acera. La carretera conecta con la reordenación del tráfico en la plaza Santa Isabel y luce renovada y con eficiencia energética gracias al alumbrado led también instalado con fondos FEDER.

La reestructuración de la circulación ha motivado también los cambios de señalización viaria en horizontal y vertical desde la conexión con Santa Isabel y, en el extremo opuesto, hasta la confluencia con la calle San Fernando.