En el Aeroclub de Castellón, que se encuentra junto a la playa del Gurugú del Grao de Castellón, se pueden practicar todo tipo de actividades aeronáuticas y, de hecho, Skytime es el centro de paracaidismo mas cercano a la playa de toda Europa. Ofrece enseñanza en todos los niveles y entre ellos "destacan los saltos Tandem con instructor, permitiéndote experimentar la caída libre disfrutando de unas magníficas vistas del mar, y de la hermosa Costa Azahar, con la confianza de ir acompañado por uno de sus instructores con una media de 15 años de experiencia".

De los mejores

Castellón es una de las mejores ubicaciones para lanzarse en paracaídas, concretamente el Aeroclub del Grao que es, además, el centro de paracaidismo mas cercano a la playa de toda Europa. Según los expertos de Aladinia.com el aeroclub es uno de los mejores emplazamientos que se pueden escoger.

El precio en Aladinia.com del salto de 50 segundos de caída libre y 8 minutos planeando es de 265 €, si queremos añadir cámara interna hay que añadir 60 euros, cámara externa 90 euros y vídeo y fotos con cámaras externas 110 euros.

Paracaidismo

Para hacer paracaidismo no se necesita ningún tipo de curso previo ni experiencia para realizar un salto. Uno de los pocos requisitos es pesar más de 30 kilos y menos de 100 y tener más de 18 años o si uno es menor, contar con una autorización paterna firmada. Para las primeras veces, los saltos se hacen en tándem, atado literalmente con un doble arnés a un instructor que será quien maneje los paracaídas. Se trata de un equipo biplaza, diseñado para dos personas.

El aprendiz llevará un arnés puesto enganchado y sujeto al instructor que lleva los dos paracaídas ya que en el vuelo tándem siempre se lleva un doble paracaídas, uno principal y otro de emergencia. El equipo viene además provisto de un dispositivo de seguridad, una pequeña computadora que, en caso de necesidad, indisposición u olvido del instructor, abre automáticamente el paracaídas a una altura determinada.

La duración de la aventura es de entre 45 minutos y una hora. La primera media hora o poco más se va en un curso previo, subir al avión, despegar y ascender hasta unos 4.500 metros, la altura más alta permitida en Europa. Mientras, se repasan las instrucciones que se han dado previamente. En ese tiempo se acopla el arnés y se comprueba que todo está en orden.

Luego llega el momento de la verdad, abrir la puerta y disponerse a saltar. La primera impresión es muy fuerte ya que se baja en caída libre a unos 250 kilómetros por hora durante casi un minuto. Cuando se está a una altura de unos 1.500 metros, se abre al paracaídas y el instructor comienza las maniobras para controlar el vuelo. Es entonces cuando de verdad se disfruta de la experiencia planeando tranquilamente, recibiendo el viento en la cara y contemplando el paisaje a cientos de metros bajo los pies. El aterrizaje suele ser suave haciendo una pequeña carrera sobre un terreno liso. Luego llegan las risas, los abrazos y el control de la adrenalina. Poco después, probablemente, el deseo de repetir la experiencia en breve.

Aunque saltar al vacío desde cuatro o cinco mil metros puede parecer peligroso, lo cierto es que si se siguen las normas de seguridad que todas las escuelas de paracaidismo deben cumplir, no tiene ningún riesgo. Por eso lo primordial es elegir una escuela certificada y de confianza.

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