Ford lanzará un nuevo vehículo multienergía desde su planta de Almussafes (Valencia) a mediados de 2027, un modelo del que producirá 300.000 unidades al año y que no será totalmente eléctrico, lo que garantizará niveles de carga de trabajo y empleo superiores a una plataforma eléctrica.

Estos detalles han sido comunicados a la planta valenciana este viernes por el vicepresidente europeo de Ford, Kieran Caghill, en una reunión para informar acerca del vehículo eléctrico que fabricará, un coche global para el mercado mundial.

Ganan en tranquilidad alrededor de 4.000 trabajadores que, en los últimos años, se han acostumbrado a convivir con ERTE en su empresa. Hablamos de la planta de Ford en Almussafes y la fabricación, ya cerrada y detallada, de un nuevo modelo. Algo que también se traduce en una buena noticia para 25.000 familias que trabajan en alguna de las 120 empresas que forman el clúster del automóvil. La famosa industria auxiliar.

¿Cuáles son los detalles? Plazos ya fijados

El presidente del comité de empresa, Carlos Faubel, se han reunido con la dirección de la compañía y el balance que hace, evidentemente, es bueno: “Lo importante es que después de una situación de incertidumbre en los últimos meses, tenemos ya el vehículo, la carga de trabajo y la seguridad para unos cuantos años que nos permitirán continuar trabajando en esa transición del acuerdo por la electrificación”.

Ford pactó, el pasado verano, cerca de 1.000 salidas en Almussafes. Por así decirlo, era el precio a “pagar” a cambio de garantizar la electrificación de la planta. Y, por lo tanto, el futuro a largo plazo. El problema siempre han son los plazos. En un primer momento, se hablaba de 2025. Pero hace dos meses confirmaban retrasos para esos planes, por lo que la hoja de ruta se trasladaba a 2028. Y eso es demasiado tiempo. Sobre ello también reflexiona un Faubel que reconoce que se esperaba una “electrificación de una manera rápida y vertiginosa” y que ahora “están sufriendo unos frenazos y parones importantes”.

El nuevo modelo

El vehículo será totalmente nuevo y no 100% eléctrico. Una especie de transición que garantice la carga de trabajo. Por ejemplo, este mismo mes, hay cinco días programados en forma de ERTE en los que se detendrá la producción.

Lo de hoy es un alivio, sí, pero la sensación es la de que tocará seguir remando en búsquedas de acuerdos durante los próximos tres años: “Tendremos que ver ahora cómo hacemos ese tránsito para garantizar las mejores condiciones, el mayor número de empleo posible”, concluye Faubel.