Al igual que otros sectores industriales, el sector de los neumáticos también tuvo que hacer frente a las consecuencias de la crisis energética provocada por el conflicto en curso en Ucrania. Un informe publicado el pasado mes de octubre por ETRMA, la Asociación de Fabricantes Europeos de Neumáticos, subraya cómo el aumento de los precios de la energía y los costes de producción están poniendo a prueba a todo el sector de la automoción.

La compleja situación económica, en la que se cruzan altas tasas de inflación y facturación decreciente de los productores europeos, según la Asociación está alarmando a toda la cadena de valor, desde los grandes productores a las pymes, hasta el mercado de la posventa.

La evolución digital y el desarrollo del comercio electrónico

No obstante, el sector puede contar con varios recursos, comenzando por la integración multicanal del segmento B2C. A los minoristas en tienda se les une cada vez más el comercio electrónico del sector altamente especializado.

Si bien la tasa de conversión aún no es particularmente alta y las compras en línea representan una parte minoritaria de las ventas, el comercio electrónico ofrece a los usuarios la posibilidad de encontrar rápidamente información detallada, comparar los precios de un producto en particular y verificar inmediatamente la disponibilidad del mismo. Esto sin duda constituye un valor agregado, ya que facilita la experiencia de compra en beneficio de toda la cadena de suministro.

Otro recurso disponible para la industria de neumáticos para automóviles es la innovación tecnológica. Los fabricantes están invirtiendo enormes recursos en el desarrollo de cubiertas capaces de combinar un alto rendimiento con una reducción significativa del impacto ambiental. Esto se traduce sobre todo en el uso de materiales reciclados o la valorización de residuos de la producción ecológica (como la cascarilla de arroz), con el fin de minimizar el uso de materias primas vírgenes.

Los principales inconvenientes del sector: inflación y costos

El informe ETRMA identifica una serie de problemas críticos específicos que están poniendo a prueba a la industria de los neumáticos. Entre ellos, como ya se ha dicho, está el aumento de los costes energéticos en el área continental: «los precios de la energía en Europa» -leemos- «son actualmente siete/ocho veces superiores a los de EE.UU. y China«.

Esto, fisiológicamente, hace que el mercado europeo sea menos competitivo a nivel global. Además, ETRA también destaca otro aspecto: en estos momentos, el sector está luchando por absorber el aumento de costes a largo plazo, especialmente en relación con los competidores internacionales.

Los costos más altos, señala ETRMA, «también ponen en peligro los puestos de trabajo» y es por eso que los productores piden medidas de apoyo por parte de los gobiernos nacionales, también para proteger la competitividad del mercado entre los estados miembros de la UE.

Una mirada al futuro: investigación tecnológica a favor de la sostenibilidad ambiental

Como se mencionó, los fabricantes de neumáticos para automóviles se han orientado durante mucho tiempo hacia el desarrollo de soluciones sostenibles con un impacto ambiental reducido. En tal perspectiva, el uso de nuevas tecnologías, quizás para ser integradas con las que ya están instaladas en los vehículos de generación moderna, jugará un papel de importancia creciente.

Por lo tanto, no sorprende que el llamado «neumático inteligente» se esté convirtiendo en una realidad. ¿Pero de qué se trata exactamente? Es un neumático de nueva generación, equipado con un sensor que recoge y registra datos específicos sobre el material y las condiciones de funcionamiento de la goma (temperatura, presión de inflado y desgaste de la banda de rodadura). De esta forma, es posible intervenir oportunamente para optimizar el consumo de combustible y preparar el mantenimiento funcional para prolongar la vida útil del neumático, limitando su desgaste.

El objetivo de la sostenibilidad también incluye una transformación radical de los procesos industriales, interviniendo en cada uno de los aspectos que agravan el impacto ambiental del ciclo productivo del neumático. En este sentido, por tanto, existe un uso creciente de las energías renovables, combinado con el uso de materiales ecosostenibles como el caucho sintético con aditivo de sílice, los aceites naturales o las fibras obtenidas del tratamiento de residuos de la agricultura. Estas soluciones van de la mano con la recuperación de neumáticos usados, a través del proceso de regeneración (o ‘recovering’), ya regulado a nivel de la UE, que permite reutilizar, solo una vez, un neumático desgastado, respetando estrictos parámetros técnicos.