Nunca pensamos que nos pueda pasar a nosotros, eso mismo es lo que pasaría por la cabeza de nuestra siguiente protagonista, Manuela, una chica de 23 años cuando perdía la conciencia en una céntrica avenida de Valencia, la avenida de Giorgeta.

El héroe de esta historia vestía de paisano, su nombre es Luis y es un Guardia Civil que no dudó en realizarle a la joven maniobras de reanimación cardiopulmonares.

No respira, carece de pulso en la carótida

“Me ha tocado a mí el honor de poder actuar, en el servicio más importante para cualquier miembro de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, velar por la vida y la integridad de las personas”, reconoce Luis en Mediodía de COPE Valencia quien además recuerda que él estaba paseando por la avenida sobre las tres de la tarde cuando “observé a una mujer tumbada en el suelo inmóvil, junto a otra que pedía auxilio y corrí hacia ellas."

Una actuación rápida y efectiva

El Guardia Civil actuó de forma impecable, tal y como luego confirmaron los médicos que atendieron a la joven; “hice las primeras comprobaciones sobre su estado y entonces verífico que está inconsciente, que no respira, carece de pulso en la carótida y también presenta la tez muy fría e incluso los labios azulados, que son los síntomas de parada cardiorrespiratoria, por lo que comienzo a realizar la maniobra de reanimación cardiopulmonar acompañada de insuflaciones”, relata el agente.

Fue en ese momento cuando llegó también al lugar de los hechos la Policía Nacional que inmediatamente llamaron al 112 y, además, “crearon algo muy importante, una cápsula de seguridad alrededor de la chica para evitar que se aproximaran curiosos y proteger así a la víctima de que no sufra más agobio del que ya estás padeciendo”.

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Una historia con final feliz

Tras varios minutos de realizar las maniobras, Luis comenzó a notar “signos de vida, con respiración espontánea y entonces, tras realizar de nuevo las comprobaciones, puedo sentir por fin un pulso aunque muy débil”.

Después de percibir esas pulsaciones, el Guardia Civil, coloca a Manuela “en posición lateral de seguridad y casi al instante se personaron en el lugar los compañeros del servicio sanitario de emergencia”. Gracias a los cursos que Luis ha recibido en su trabajo, “tenía en mente que eran treinta pulsaciones de masaje por dos insuflaciones y más o menos calculaba”.

Realmente, este héroe no quiere atribuirse ningún mérito, todo lo contrario, y tal y como cuenta en los micrófonos de COPE cree que “la verdadera heroína es Manuela, que peleó hasta el último momento y gracias a Dios y a su lucha hoy disfruta de buena salud”. El final feliz de esta historia todavía no ha terminado, puesto que “cuando pasen unos días” a Luis le gustaría sentarse “a tomar un café con ella”.

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Luis, el héroe en el que debemos fijarnos

Este coprotagonista de la historia no solo ha tenido buenas palabras para Manuela, también ha querido acordarse en antena de un compañero suyo “que no está pasando un buen momento”, y se emociona al decir que, para él, Ruben Giménez, que “está luchando contra el cáncer” y es más que un hermano para él y que “como es oyente de COPE” ha querido expresar unas palabras de cariño hacia él.