A primera hora de la mañana se han presentado casi una decena de agentes en la vivienda de la urbanización Aparejadores, en la que reside el presunto pirómano. Los últimos días, los focos han vuelto a centrarse en este abogado, principal sospechoso de los fuegos que han arrasado el Parque Natural del El Saler los últimos meses, sobre todo después del último incendio que quemó 14 hectáreas y que obligó a desalojar las cinco fincas de una urbanización.

Además, coincide también estos días que, según adelantó COPE, el sospechoso adquirió una garrafa de parafina el fin de semana del 13 de enero, justo los días en los que comenzaron de nuevo los incendios provocados. Esa misma garrafa de parafina apareció la semana pasada, tras el último incendio, vacía bajo su balcón.

Durante estos días, varios testigos han prestado declaración ante el juez que instruye el caso. Uno de ellos, situó al investigado saliendo de la zona de matorral de Pinedo una vez comenzó el incendio el 14 de enero. Aseguró que se cruzó con él en un vehículo pequeño de color gris, extremo que el acusado negó (se representa a sí mismo al ser abogado), alegando que vendió su vehículo, y que este era negro y grande.

Otro vecino, también relató en COPE,cómo se cruzó con él tras los incendios ocurridos, en este caso, el pasado mes de septiembre.

El Parque Natural del Saler ha sufrido en los últimos meses 17 incendios, todos ellos provocados y por los que se detuvo a J.C., un hombre de 59 años, vecino de la zona, al que se prohibió acercarse a la zona boscosa ubicada en la zona del lago. El detenido estuvo preso en la cárcel de Picassent durante unas semanas, pero quedó en libertad a mitad de diciembre por petición de su abogado (en aquel momento sí estaba representado por uno) y tras un informe favorable de la Fiscalía, que favorece la decisión del juzgado. En ese escrito se explicaba que no existía riesgo de fuga por parte de su defendido, y por arraigo familiar, entre otros motivos.