Las consecuencias de la DANA están siendo desastrosas para el campo Valenciano en general, pero el último episodio de granizo ha sido especialmente devastador para el sector vinícola. La patronal agrícola ya cuantifica las pérdidas en más de 12 millones de euros. Una situación dramática que, según su portavoz, Cristóbal Aguado, "no ha sido normal y corriente porque el granizo no ha venido acompañado de lluvia, han caído auténticas piedras", quien además muestra su preocupación en COPE por los próximos episodios: "La situación se puede complicar más con las alertas por lluvias que hay para estos próximos días" reconoce Aguado.

Alguno de los viñedos han sido arrasados por completo a pocos días de comenzar la vendimia. Un hecho que deja a los viticultores sin ingresos y a los supermercados sin vino. Este es el caso de Santiago Bernia, de la pequeña bodega Cerro Gallina, que posee ocho hectáreas de viñedos que han quedado anegados y tal y como cuenta en COPE Valencia, "esperaba que fuera de gran calidad y la granizada nos ha pillado por sorpresa"

ESCUCHA LA DRAMÁTICA SITUACIÓN DE SANTIAGO Y SU PEQUEÑA BODEGA

Las cepas se han perdido totalmente, según relata Santiago, que asegura que los "racimos que han quedado colgando están totalmente machacados, que eso no se puede recoger porque se te desharía en agua. Está podrido". Esta cosecha está totalmente perdida y hay que ver en qué grado la del año que viene.

El problema que relata Santiago es que además este episodio de DANA ha afectado ya también a la cosecha del próximo año, ya que "hay que dejar una cosa clara y que no todo el mundo sabe y es que el viñedo es una vegetación especial que al mismo momento está la cosecha de este año y unas yemas que microscópicamente ya tienen el racismo tamaño que viene, es decir, la granizada ha estropeado la cosecha de este año, pero ha roto la mayor parte de las yemas de lo que sería la cosecha del próximo año".

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CÓMO NOS VA A AFECTAR COMO CONSUMIDORES

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Sin duda alguna los amantes del vino verán como sus etiquetas preferidas incrementan su precio a causa de las pérdidas que está sufriendo el campo. Estas ocho mil hectáreas de uva afectadas se traducen en una disminución de vino y, por tanto, según Carles Peris, de la Unió de Llauraors "vamos a tener menos producto comercial y en consecuencia los precios difícilmente se van a poder corregir".

Todavía es pronto para saber las consecuencias a largo plazo, tanto en cantidad como en calidad de cara a la cosecha del año que viene. Unas consecuencias que preocupan tanto a viticultores como a consumidores.