El plan de 43 medidas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para paliar la crisis del campo ha sido firmado por UPA-UCE y La Unión. Apag Extremadura Asaja y COAG no le han dado el visto bueno.

El Consejo Agrario de Extremadura está formado por nueve miembros, de los que seis pertenecen a la unión de Asaja Cáceres y Apag Extremadura Asaja, por dos de UPA-UCE y uno de La Unión, por lo que la mayoría de ese órgano rechaza el plan.

El documento recoge medidas de simplificación y flexibilización en la aplicación de las condiciones de las ayudas directas de la PAC a la gestión de la labranza, la cobertura mínima del suelo, la rotación de cultivos y el porcentaje mínimo de superficie dedicada al barbecho.

También incentivos para facilitar la aplicación del cuaderno digital de explotación, que tendrá carácter voluntario y la prórroga de un año en la obligatoriedad de la identificación electrónica para los bovinos y en la fecha de aplicación del plan sanitario integral de las explotaciones ganaderas. Además, plantea el mantenimiento de la fiscalidad del gasóleo agrícola y la deducción de un 35 % de la factura de carburantes y combustibles de uso agrario y de un 15 % de la de fertilizantes, y la reducción general del 15 % en el rendimiento neto para el ejercicio fiscal 2023 en el método de estimación objetiva de IRPF.

¿Por qué dos organizaciones agrarias han rechazado el acuerdo?

Apag Extremadura Asaja considera el plan “claramente insuficiente”, al entender que el documento “son 43 mentiras” para el campo extremeño y español, ya que las flexibilizaciones y los beneficios fiscales no son otra cosa que “volver a la situación anterior”.

El presidente de Apag Extremadura Asaja, Juan Metidieri, ha sido muy duro con UPA-UCE y La Unión: “Han vendido la dignidad del campo español y extremeño. Se prestan al servicio del Gobierno central”.

Por su parte, COAG habla de “pérdida de confianza” y de medidas “insuficientes”, aunque reconoce avances.