En COPE hemos hablado con el director general de Infraestructuras Agrarias de la Junta, José María Sánchez Cordero, para analizar la situación derivada de la carta enviada en diciembre de 2021 por el comisario de Agricultura de la Comisión Europea al entonces presidente de la Junta, Fernández Vara, en la que mostraba su satisfacción por la paralización del proyecto por parte del Ejecutivo extremeño.

El regadío de Tierra de Barros está en el aire. Falta un informe de la Dirección General de Medio Ambiente de la Unión Europea que autorice la obra, pero la UE parece que no está por la labor de que se construyan nuevos regadíos ante la escasez de agua. Hay una apuesta por otros modelos de cultivos alternativos, según explica el comisario de Agricultura a Vara.

En el PDR (Plan de Desarrollo Rural) hay 193 millones de euros para proyectos de desarrollo sostenible, en los que se incluye el regadío de Tierra de Barros.

El pasado 30 de noviembre, Sánchez Cordero mantuvo un encuentro con una comisaria alemana, el ministerio y técnicos de la Junta, y ese día “saltaron las alarmas”, porque, desde la UE, le pidieron a la Junta un “plan B”, por si el informe medioambiental del regadío es negativo. El plan B supondría dar otro destino en la región a ese dinero del Plan de Desarrollo Rural, a lo que, de momento, la Junta se niega.

Sánchez Cordero indice en que Vara "se comprometió con un comisario europeo a destruir la documentación del regadío. Salta de una falta de ética a ser un posible ilícito penal".

Otra cuestión que hay que plantearse en el 'culebrón' del regadío es por qué se firmó el convenio de colaboración entre Junta y regantes en noviembre de 2022, cuando en diciembre de 2021 el proyecto se había paralizado.