La historia de Carla Jordan es un testimonio del cambio en la percepción y aceptación de las mujeres en la industria del tatuaje. Como tatuadora, anilladora y técnica de pigmentación en "Feeling Tattoo", Carla ha superado obstáculos y desafíos en su camino hacia el reconocimiento y el éxito profesional.

Durante sus diez años en la industria del tatuaje en Cáceres, Carla ha sido testigo de una evolución significativa en la visibilidad de las mujeres tatuadoras. Anteriormente, las mujeres en esta profesión estaban menos representadas y a menudo pasaban desapercibidas. Sin embargo, hoy en día, cada vez son más reconocidas por su talento y habilidad artística.

A pesar de los avances, Carla reconoce que todavía enfrenta ciertos estereotipos y prejuicios de género en su trabajo. Ha experimentado situaciones incómodas, como ser confundida con un hombre o recibir proposiciones inapropiadas. Además, ha tenido que enfrentarse a clientes que dudan de su capacidad profesional debido a su género:

¿Dónde está el tatuador?, me decían.

A pesar de estas dificultades, Carla se mantiene firme en su pasión por el arte del tatuaje. Aprecia la oportunidad de trabajar en su propio estudio y de colaborar con compañeros que valoran su talento y contribuyen a un ambiente laboral positivo.