La temporada de melón y sandía está a punto de comenzar, ofreciendo una opción refrescante y deliciosa para combatir el calor. Estos frutos, al igual que la piña, son populares en las fruterías y supermercados, donde se pueden adquirir en mitades, ideal para aquellos que prefieren evitar comprar el fruto entero y evitar desperdicios.

Sin embargo, la venta de frutas cortadas en mitades está sujeta a estrictas normas de seguridad alimentaria establecidas por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN). En un informe reciente sobre las condiciones de conservación de frutas cortadas por la mitad en establecimientos minoristas, la AESAN ha delineado una serie de medidas que los comercios deben seguir:

- Las frutas cortadas deben conservarse a temperaturas inferiores a 25 ºC.

- La conservación no debe exceder las 3 horas.

- Deben almacenarse en un lugar adecuadamente ventilado y protegido de la luz solar.

- Se requiere un almacenamiento continuo en refrigeración a temperaturas inferiores a 5 ºC.

Cumpliendo con estas directrices, la AESAN autoriza la venta de frutas cortadas en mitades, ya que no representan un riesgo microbiológico significativo. Este enfoque garantiza la seguridad alimentaria de los consumidores mientras disfrutan de la comodidad y frescura de estas opciones de frutas listas para consumir.