Cuando éramos niños, solíamos recibir frecuentes regaños por parte de nuestros padres por no terminarnos las verduras, especialmente las zanahorias, con la famosa frase: "¡Come las zanahorias, son buenas para los ojos!". Sin embargo, es importante aclarar que la afirmación de que las zanahorias mejoran significativamente nuestra vista y nos permiten ver mejor en la oscuridad no es del todo cierta.

Las zanahorias contienen betacarotenos, un precursor de la vitamina A, que es esencial para el mantenimiento de una visión saludable. La vitamina A contribuye al funcionamiento adecuado de la retina y es fundamental para la adaptación de nuestros ojos a la luz tenue, como la que experimentamos durante la noche.

Mario Balanzategui, óptico:

“Aunque las zanahorias pueden tener un impacto positivo en la visión nocturna al proporcionar vitamina A, es importante destacar que esto no significa que nos permitan ver en la oscuridad total”.

EL MITO

Este mito probablemente se originó durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los británicos propagaron la historia de que sus pilotos de combate consumían grandes cantidades de zanahorias para explicar sus habilidades mejoradas en vuelo nocturno. En realidad, esto era parte de una estrategia de desinformación para ocultar el uso de la tecnología de radar.

En resumen, aunque las zanahorias son beneficiosas para la salud ocular y pueden mejorar la visión nocturna en cierta medida, no son un remedio mágico que nos permita ver en completa oscuridad. Es esencial mantener una dieta equilibrada y consultar a profesionales de la salud para garantizar el cuidado adecuado de nuestros ojos. La historia de las zanahorias como superalimento para la visión es más un mito arraigado en la cultura popular que una realidad científica.