La imagen y el sonido de este viernes en A Coruña es la de la concentración de los bomberos. Con sus trajes y sus cascos, unos 250 efectivos de parques comarcales de toda Galicia se concentraron frente a la Diputación de A Coruña.

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Iban a hacerlo a mediodía pero comenzaron 45 minutos tarde, porque la policía los obligó a identificarse y los cacheó uno por uno. Había temor después de los disturbios de la concentración de Ourense que se saldó con una carga, dos policías y un bombero heridos.

Por ello, probablemente había más antidisturbios que bomberos,que se tomaron con cierto humor acusaciones como que llevaban lanzallamas, y su arma más “mortífera” fue un dragón de juguete al que bautizaron Formoso, en alusión al presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Foromoso. Este control exhaustivo fue criticado en el manifiesto, leído por Ángel Moldes, bombero de O Morrazo. “No somos delincuentes”.

Lectura del manifiesto

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La Diputación de A Coruña es, junto a la Xunta, una de las administraciones responsables del Consorcio provincial de Salvamento, responsable de estos parques comarcales para los que piden un convenio autonómico único para todos los parques comarcales y mejoras laborales. Según destacaron en el comunicado, un bombero comarcal de Galicia cobra de media 1200 euros con una jornada de 40 horas semanales y sin pluses adaptados a la verdadera peligrosidad de su puesto. “No estamos pidiendo mucho, se nos está pagando poco”, apuntaba un manifiesto que calificaba de “insultante” la dotación de bomberos actual: 439 para 300 ayuntamientos de Galicia.

Al término de la protesta, los bomberos hicieron chocar sus cascos en el suelo y se despojaron de sus trajes. Alguno quedó en calzoncillos. La Diputación se ofreció a recibirlos, pero cuando acabase el pleno provincial, por lo que declinaron la invitación. Lo que quieren es una reunión con todas las partes implicadas.