La activista iraní, Nilufar Saberi, lleva viviendo en nuestro país desde hace más de cuatro décadas pero su voz siempre habla de lo que dejó atrás, de su país, de Irán, donde se violan continuamente derechos humanos, más, si eres mujer. Saberi ha explicado en una entrevista en COPE Coruña que ser mujer en su país signfica que "tienes un tutor varón, normalmente, padre, marido para todo. Significa que tu misión sagrada es ser buena madre y buena esposa, que te pueden casar a los 9 años y que vas a ser una máquina de procrear para la guerra santa islamista".

Tampoco los hombres pueden defender los derechos de las mujeres porque serían condenados, en algunos casos, incluso, a pena de muerte. Todo lo que una mujer puede hacer en este país, ir a la universidad, conducir... tiene que contar con el permiso de su "tutor varón". Y al contrario que las mujeres afganas, subraya que las mujeres iraníes sí cuentan con el apoyo de los hombres. Y es que, sólo el 10% de la población iraní, suscribe las normas del extremismo islámico. Reconoce Saberi que en esta situación los hombres tampoco son "felices".

Asegura, además, que el pueblo iraní es un pueblo con pocos recursos, porque todo lo ha acaparado el islamsmo extremista, y un pueblo que pasa hambre. Saberi explica que su país es "un pueblo que tiene que vender órganos para poder sobrevivir, sus mujeres se tienen que prostituir a escondidas de sus familias para dar de comer a sus hijos y no pueden mandarlos a las escuelas porque no pueden pagarla".

Esta activista iraní siente "vergüenza" de los gobiernos occidentales por mirar para otro lado mientras esto está pasando en pleno siglo XXI. Y alerta de que lo que se nos puede venir encima en poco tiempo: "donde hay hambre están naciendo como setas musulmanes, sobre todo, en África y América Latina". Y es que, apunta, en estas zonas de hambre el islamismo extremo está ofreciendo "un sueldo por convertirse al islam extremista por lo que dentro de nada les vamos a tener en nuestros gobiernos".

Nilufar Saberi dará una charla-coloquio a las siete y media de esta tarde en la sede de Amnistía Internacional en A Coruña. Mañana estará en Lugo y el jueves en Vigo. En las últimas horas hablaba en Santiago.