Delante de la iglesia de San Nicolás de A Coruña hay terrazas, un precioso edificio modernista, una farmacia o una pizzería que vende al corte. Pero si el visitante avispado se fija bien, encontrará un negocio más que centenario.

Desde 1910 está allí Objetos Religiosos Cerería. No queda muy claro si el nombre es Cerería o si es una denominación genérica, porque al fin y al cabo es un negocio único en la ciudad. Ha pasado por diversas manos. Quien lo lleva ahora es Pilar Parada, que empezó a trabajar, por temporadas, detrás del mostrador hace trece años. Cuando se jubiló su jefa, Irene, decidió coger la oportunidad y el relevo.

“Mi hija normalmente está por las mañanas y yo por las tardes. A veces estamos las dos juntas, depende de la época de trabajo, pero normalmente nos turnamos así”. Entre su clientela hay algunas parroquias, pero sobre todo particulares y también turistas: “incluso viene a mirar, como si fuera un museo”. En los últimos años ha ganado clientela de Sudamérica. “Esos son muy creyentes, entonces sí que vienen mucho. Y tengo santitos pensando en ellos”.

Una tienda más que completa

Que nadie se lleve a engaño. Detrás del pequeño escaparate, hay una tienda que tiene de todo. Desde rosarios a agua de Jordán para bautizos. Especialmente protagonista es la figura del Niño Jesús, de la que hay “variedad”. “De escayola, con ojitos de cristal, de resina...”. Biblias, medallas o cuadros son otros de los imprescindibles en el local.

Pero sin duda, lo que más se suele vender es la imaginería, “tanto santitos como vírgenes”, y en efste apartado tenemos preferencias. “La Virgen del Carmen, aquí se vende mucho por los marineros. El San Antonio, San José, San Judas Tadeo, Sagrado Corazón... Después vendemos mucho también para los cementerios”, cuenta Pilar.

Hay gente lleva el santo para la protección en casa y quien acude en busca de un efecto concreto y busca consejo, “sobre todo la salud, que es lo que más pide la gente. Y el trabajo también. Algún examen que tenga que hacer la gente dice:dame un santito, recomiendo”. Uno muy demandado se ve con frecuencia en los escaparates de las tiendas, el San Pancracio, “de salud y trabajo. Ese casi todos los días vendemos alguno”, resalta.

Más ventas en Navidad en Semana Santa

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Y aunque parezca mentira, Semana Santa no es de las épocas de más actividad. Aunque hay un producto estrella: el cirio pascual. “Antes se vendían más velas cuando eran las procesiones, pero ahora parece que no lo lleva la gente”, recalca Pilar.

Esta vendedora cambia el escaparate según la época, y una de las más espectaculares para ver la tienda es en Navidad, cuando se llena de Belenes de todo tipo. Es también una de las épocas de más ventas. “Trabajamos mucho los nacimientos en general. Además de todo, de todos los precios tenemos. Y trabajo el nacimiento de barro, que yo creo que aquí ya no lo trabaja nadie”.

Ahora, es tiempo de preparar comuniones y bautizos y por ello, en el escaparate, se ven los misales, pero tienen todo el pack completo. “Para el traje, lo que son los cordones, las cruces, los libritos”, asegura. Y para los bautizos “tenemos las velas, que las estamos personalizando. Que eso sí que también se vende muy bien. La vela, el pañito, la concha y el agua de Jordán, que es lo que lleva normalmente para los bautizos”.

Pilar nos cuenta que regentar una tienda de objetos religiosos no da para hacerse rica, pero sí para sostenerse o "sobrevivir". Y, de momento, todo apunta a que habrá relevo generacional para una de las tiendas más emblemáticas y con espíritu de la ciudad. A ella le quedan dos años para jubilarse pero a su hija “le gusta, le da bien y estamos contentas”.