La fiesta de San Isidro Labrador tiene hondas raíces en Galicia y uno de los lugares que lleva al santo por enseña es Camporrapado, en el concello coruñes de Boqueixón. Desde 1973 la festividad de San Cidre se celebra con una cita multitudinaria en la que empezaron participando sólo las cinco aldeas del lugar: a "Festa das Carrozas de San Cidre".

En ellas se recrean las distintas labores del campo: vendimia, siembra... caben también oficios tradicionales. En los primeros años del desfile las carrozas iban tiradas por bueyes, porque estaban construidas sobre los propios carros que se utilizaban en el campo, pero quien se acerque este domingo al campo da festa encontrará alguna incluso tirada por un camión o elaborada encima del remolque.

En una entrevista en Cope Galicia, Gonzalo Redondo, carroceiro desde adolescente y ahora también Concelleiro de Cultura en Boqueixón nos contaba que aunque el hilo conductor es siempre la tradición agraria, el motivo que elija cada grupo para su carroza es el secreto mejor guardado hasta el domingo, día del desfile.

"Últimamente, co pulo que lle estamos dando dende a Asociación Comisión de Festexos de Camporrapado, a xente vaise animando, conseguimos participación dende fóra da parroquia, de xente que lle parece moi interesante". " O bonito é que extraemos materiais doutros anos... ou mesmo dunha casa que está en ruinas, reciclamos sobre o que temos feito e outras veces empezamos de cero"

Gonzalo Redondo guarda muy buen recuerdo de una carroza que representaba una fuente del pueblo "que ía botando auga, e á xente gustoulle moito", asegura. También otra de "unha carpintería con ferramentas que viñeran de Uruguay, de fai máis de 200 anos, dun irmán de meu tatarabuelo... Carrozas representando o sulfatado da viña, a malla do centeo..."

SAN CIDRE TEN FUTURO COA "CRACKRROZA"

La continuidad de la fiesta está garantizada, porque una de las carrozas más aplaudidas en los últimos años es la que elaboran en el Centro Rural Agrupado de Camporrapado: "a profe animou aos pais dos cativos a facer a Crackrroza, con materiais de refugallo, representando esceas da vida cotiá... O ano pasado gañaron o primeiro premio, merecidísimo!". Gonzalo Redondo asegura que "ver aos cativos de cinco ou seis aniños, que viven eso, que esperan cada ano a que chegue o San Cidre... Iso nos da esperanzas para seguir outros cincuenta anos máis". La carroza de la escuela es "relativamente pequena", explica Redondo, porque es de unos seis metros. Relativamente, claro, porque a su lado hay alguna que va en trailer.

Y como en toda fiesta que se precie, tampoco en San Cidre faltan algo rico que llevarse a la boca: "cada carroza sirve gratuitamente un pincho... viño da zona, petisco de filloa con chourizo, pinchos morunos, orella de porco..." En la de los cativos, por aquello de adaptarse a todos los paladares, el menú suele ser de tortilla, empanada y pizza.

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Puedes consultar aquí toda la programación de la fiesta de este año, que tendrá como pregonero al periodista Fran Cañotas.

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