El coordinador general de Conservación del Museo del Prado, Víctor Manuel Cageao, destaca la "importancia" de que Sibila, de Diego Velázquez, una obra maestra de la pintura universal que ha "viajado muy poco", pueda verse desde este martes y prácticamente durante un mes en el Museo Provincial de Lugo, porque es "una oportunidad" única.

Cageao, que es natural de la provincia de Lugo y viene "habitualmente", recordó que el proyecto "El arte que conecta" consiste fundamentalmente en "llevar 18 obras maestras" a otras tantas comunidades autónomas, "cada una de ellas representada por un museo".

Recordó que son obras "muy importantes de El Prado, que están colgadas todos los días en las salas de exposición permanente". A la hora de escoger los museos de destino se tuvo en cuenta que los hubiese "de todas las tipologías" y también "de todas las titularidades".

En cuanto a la elección del Museo Provincial de Lugo, dijo que esta sede reunía "muchas características positivas", con una "tradición extraordinaria" y una "relación muy fuerte con El Prado". Recordó, en ese sentido, que conserva "depósitos" de esta entidad "desde los años 30" y ha organizado durante ese tiempo "muchas actividades" con el museo nacional.

Además, recordó que cuenta "con unas instalaciones que están muy bien" y tiene "programas en la onda de lo que hoy en día importa".

Por ello, aunque "habría otros museos en Galicia" que también podrían haber acogido la Sibila, "Lugo nos pareció una opción fantástica", confesó.

"Una oportunidad"

A su juicio, la presencia de esta obra maestra en Lugo "es una oportunidad". Precisó que "en el Museo del Prado están expuestas casi 50 obras de Velázquez", pero la "posibilidad de que una obra de autor tan importante" se pueda apreciar "en otro lugar es muy interesante".

La Sibila es "una obra muy singular", que "ha viajado muy poco a lo largo de su historia", añadió. Fue pintada "en torno a los años 1630 y 1632, según los expertos", y en el 1746 su presencia ya estaba documentada "en el Palacio Real de La Granja".

En 1834 estaba en el Museo Real de Pinturas y, "desde entonces, ha salido muy poco", tan solo a algunas exposiciones internacionales, "en Tokio, Budapest, Lisboa y en Nueva York".

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En España, había estado "en Sevilla y Barcelona".

"Nunca ha estado en Lugo ni en Galicia. Es un momento muy importante para que la gente de Lugo pueda acercarse a la obra y disfrutar de ella. Para verla de cerca. Es muy delicada y tiene muchos detalles, merece la pena verla de cerca".

En cuanto a la acogida por parte del museo lucense, reconoció que sus responsables "se han volcado con este proyecto", por lo que confía en que la presencia de la Sibila tenga "mucho éxito".